Doomsday 1

doom_logoA poco friki mierdero del noveno arte que seas y te mencionen ahí a sangre fría el nombre de Doomsday seguramente lo primero que te vendrá a la cabecita será el bestia aquel que pegó tal cantidad de ostias a Superman que no había orquesta en el mundo capaz de seguir el ritmazo de todo lo que “bailó” ese pobre hombre aquel día. Y sí, he de confesar que cuando yo oí por primera vez el título de este cómic también fue lo primero que pensé, pero luego mirando su portada me pispé de que no era así…

El Doomsday al que me refiero hoy se trata de una inquietante novedad comiquera que acaba de sacar a la venta hace unas pocas semanas la muchachada de Yermo Ediciones y que desde el primer momento en que la vi me puso torete (igual que cierta tía buena de mi barriada). Y es que un cómic que viene avalado por ese ilustre barbazas llamado John Byrne es para mí suficiente reclamo, aunque muchos digan que ya no es ni mucho menos el crack de antaño. Sin embargo, lo último que he tenido el placer de catar de él (Trío) me dejó buen sabor de boca, por lo que he querido comprobar si Doomsday también lo haría…

Para el que no tenga ni guarra sobre su argumento diremos que arranca en la Estación Espacial Internacional, en órbita alrededor de la Tierra, donde siete aventureros contemplan cómo una monstruosa ráfaga solar prácticamente aniquila la vida en la Tierra. Su única oportunidad es volver a casa y enfrentarse a lo que les espere allí. John Byrne nos trae un aterrador futuro postapocalíptico, la construcción de una nueva sociedad, de un nuevo orden mundial en el que la crueldad, la violencia y la necesidad son las principales monedas de cambio.

Pega bien el calorcito, ¿eh?

Pega bien el calorcito, ¿eh?

Ya lo decía Robert Frost: «¡El mundo acabará, dicen, presa del fuego; otros afirman que vencerá el hielo!». Pues sí, en esta historia parece que ha sido el fuego el que ha mandado a tomar por culo casi la totalidad de la vida del planeta con una especie de «fogonazo» que deja todo prácticamente hecho cenizas. Por cierto, a modo de curiosidad diré que todo esta movida del fin del mundo acontece durante el mandato de una mujer como presidente de los EEUU, que le da a uno por pensar si con esto Byrne nos quiere dar a entender que el día que una mujer llegue a la Casa Blanca la raza humana se irá a la mierda. Si esto es así, seguro que Byrne es de los que va conduciendo y cuando otro coche le hace una pirula grita aquello de: «¡Mujer tenías que ser, payasa!» (ahí lo dejo para que reflexionéis sobre ello).

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Igualito que la traca de la feria de mi pueblo

Y centrándonos ya en el cómic, lo primero que hay que comentar al respecto es que en sus compases iniciales se nos hará una pequeña presentación de ese grupete de protagonistas, con quienes nos iremos familiarizando para posteriormente acompañarles en sus vicisitudes dentro un mundo totalmente desolado. Sin embargo, a este respecto he de decir que, para mi humilde gusto, la historia avanza demasiado deprisa, pues en los cuatro números que engloba este tomo transcurren la friolera de casi 300 días desde que tuvo lugar el Juicio Final. Y para rellenar esos enormes lapsos en el tiempo que van de un número a otro, Byrne recurre al recurso del flashback, gracias al cual nos explica (un poco a modo de resumen) las andanzas que han tenido que ir superando hasta llegar a la situación en la que se encuentran al inicio de cada número.

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A ver si lavamos el buga, tío guarro

A pesar de todo, creo que es una bastante recomendable historia apocalíptica en la que está patente el concepto de que cuando todo se va a la mierda y lo único que cuenta es la supervivencia solamente puedes confiar en la gente que tienes cerca. Eso sí, se nota que aquí ese estudio que nos hace el ilustre barbazas sobre lo chungo de la naturaleza humana en momentos extremos lo narra de una manera un tanto light, sin recrearse en la crudeza ni ensañarse en lo peor de la condición humana (de forma que da que pensar que su intención es que esta historia sea apta para todos los públicos).

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No faltará el típico rubio bocachancla

En definitiva, Doomsday es un cómic recomendable todos aquellos dados a las historias de destrucción, caos y supervivencia, pero insisto en el hecho de que lo hace sin recrearse en las barrabasadas que suelen traer implícitas este tipo de argumentos. No creo que en futuros números nos encontremos a cabronazos tipo El Gobernador o Negan de The Walking Dead, pero aún con todo a mí personalmente este tomo me ha tenido entretenido hasta el final de su lectura. Así que nada, a la espera quedo del siguiente, pues me ha dejado con ganas de ver qué más movidotes les depara a nuestros protagonistas este mundo apocalíptico.

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