Frecuencia Global, de Warren Ellis y VVAA (ECC, 2016)

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Global frequency es una organización de inteligencia realmente atípica: por sus objetivos, por sus integrantes, por su estructura… Dirigidos por la enigmática Miranda Zero y guiados desde la sombra por una joven hacker conocida como Aleph, 1001 agentes desperdigados por todo el mundo intervienen cuando situaciones críticas así lo requieren. Situaciones que además de resultar extremadamente delicadas, desafían las más básicas nociones de la lógica: hombres convertidos en potentes armas esotérico-biológicas, cyborgs, virus alienígenas, sectas, extraños avistamientos, terroristas…

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La mañana siguiente a una fiesta loca

En el ya lejano año 2002 los conceptos tecnológicos que se pasean por las páginas de estos 12 números de ‘Frecuencia Global’ andaban lejos de estar en boca de todos, como ocurre actualmente. Podríamos decir que Warren Ellis se adelantó a su época mostrándonos una amalgama de avances que es el telón de fondo para este ejercicio de narración descompresiva para así proporcionar al lector una única historia cuyo nudo y desenlace discurre en un único número.

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Saldrán mendas con bigotacos a lo Guardia Civil

Tras su lectura podemos llegar a varias reflexiones importantes, siendo la de más peso la que afecta al propio Ellis y a su preocupación de cómo los avances científicos y tecnológicos afectan a nuestras relaciones personales y sociales. Aquí hay historias para todos los gustos y colores, ya que el amigo Warren Ellis despliega todo un arsenal de acción, ciencia ficción y terror donde lo que prima es la energía pura y dura, sin necesidad de profundizar demasiado en los personajes y sus motivaciones.

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Un cómic en el que comprobaremos que llevar corbata está de moda

Acompañan a Ellis un espléndido elenco de dibujantes (de entre los más conocidos tenemos a Simon Bisley, Steve Dillon, Lee BermejoDavid Lloyd…). Pese al baile de artistas (uno para cada una de las historias) el resultado es realmente apreciable ya que cada episodio se puede leer de manera independiente, por lo que no desentona de esta forma en el resultado final. Los únicos que repiten son el colorista David Baron y el increíble portadista Brian Wood.

Ole ahí la portadita guapa

Ole ahí la portadita guapa

En cuanto a la edición por cuenta de ECC: encuadernado en cartoné, portadas antes del número en cuestión (para así potenciar la sensación de estar ante una serie procedimental de manual). Todo ello se traduce en una nueva oportunidad para todos aquellos rezagados que en su momento no se pudieron hacer con ella y, por supuesto, para cualquier seguidor del creador de Transmetropolitan.

Por Francisco José Arcos Serrano

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