MANIAS FRIKIS

Lo reconozco: en lo que a comics se refiere soy un puto manías (me refiero a maniático a la hora de comprarlos…, y me voy a explicar). Yo si algo no soporto es un comic en mal estado, arrugado, con las esquinas dobladas o con cualquier deterioro por minúsculo que sea…; por eso cuando voy a la tienda de comics nunca cojo el primer comic del estante, sino que agarro uno de más o menos la mitad de la fila, lo miro y lo remiro por todas las esquinas y costados, de forma que si veo algún pequeño desperfecto que no me guste lo dejo en el montón y acto seguido cojo otro para someterlo a la misma revisión.
De esta forma, hasta que no doy con uno que esté en perfecto estado me puedo tirar un buen rato revisando casi todos los comics de la fila hasta dar con uno en perfectas condiciones (más de una vez he revisado casi la fila entera de comics hasta encontrar uno cuyo estado me convenciera, y os puedo decir que suelen ser filas de comics bastante largas). Y ni que decir tiene que en casita los tengo todos bien embolsaditos en las famosas bolsitas free-acid que venden en unidades de 100 para guardar los comics en perfecto estado y evitar su deterioro por el inexorable paso del tiempo, el polvo o la humedad. En casa tengo cuatro tamaños distintos de bolsitas free-acid para que los comics en grapa, los tomos, los prestigios o cualquier comic que entre en mi casa (sea cual sea su formato) tenga su correspondiente protección con una de esas famosas bolsitas. Y es que me encanta la sensación de releer un comic de hace por ejemplo 6 ó 7 años, sacarlo de su bolsa y ver que sigue en perfecto estado como si estuviera recién comprado (y algunos de ellos hasta conservan el olor a nuevo…, ese olor con el que se fabrican los sueños, ji ji).
Otra de mis manías es la de que nadie que no sea yo puede meter mano en mis comics (la señora Carmen y mi hermano saben que les está vetado el abrir alguno de los armaritos de mi habitación donde hay comics guardados y mucho menos cogerlos). Y como es de suponer, lo de dejárselos o prestárselos a alguien para que los lea es algo que ni se me pasa por la cabeza, porque no me arriesgo a que los manipulen como el que lee el «Marca» y deje ahí todas las huellazas de los dedazos o arrugas en el papel satinado (incluso se ha dado el caso de comprar un mismo comic dos veces, un ejemplar para mí y otro para dejarlo).
Hay un episodio de los Simpsons en el que Bart, Milhouse y Martin Prince se compran el nº 1 de un comic titulado El Hombre radioactivo…; lo de mencionar este episodio viene a colación por la escena en la que lo están leyendo y pasaban las hojas con unas pinzas previamente desinfectadas por el fuego de una vela (viendo ese episodio mi hermano se descojonaba de mí y me decía que cualquier día entra en mi habitación y me ve haciendo eso). Pero joé…, yo digo que cada persona tiene sus manías y si las mías tienen que ver con el estado de conservación de los comics pues yo qué puedo hacer (es que me supera el ver un comic en mal estado…, es que no puedo). El caso es que el otro día en el suplemento ese de EL PAÍS de los viernes venía esta historieta con la que me sentí muy identificado, y por eso la escaneé, porque me resultó bastante irrisoria (sólo tenéis que pinchar en esa imagen para que os salga más grande y podáis leerla). Echadlo un viztazo porque no tiene despedicio.

4 comentarios

  1. Almu dice:

    Yo ya conocia estas cosas… y ya me impacto en su momento… no dire nada…yo no pongo NUNCA los discos originales de los beatles por si se rayan..no soy quien para hablar…
    pero tu eres peor que yo…
    friki mimao

  2. Sr.Grifter dice:

    Tampoco dices nada de lo que te conté que juego a la Nintendo DS con guantes de lana para no dejar las marcas de las huellas de los dedos en los botones de la consola.

  3. Álvaro Pons dice:

    Madre mía… Y yo que cojo siempre el primero de la fila y ni me preocupo de mirar si está bien o mal… Y eso desde hace ya treinta y tantos años! 🙂

    Por cierto, lo de las bolsas free-acid es una de esas leyendas urbanas maravillosas. Tengo un buen amigo que es especialista en restauración de libros y me dejó chafado cuando me dijo que esas bolsas no servían para nada. Como mucho protegen las portadas. La degeneración del papel de celulosa es irreversible y lo único que realmente lo evita es la falta de oxígeno y de rayos UV. Es decir, que los tebeos tienen que estar a oscuras y muy, pero que muy apretados (menuda tontería, ¿alguien los tiene holgaditos?). Yo llevo ya muchos años desde que me lo dije, me deshice de todas las bolsitas y tengo tebeos de hace 20 años perfectos. Eso sí, los de hace 30 parecen una piltrafa…

  4. Sr.Grifter dice:

    Uy…, ¿el famoso Álvaro Pons crítico de historieta español, profesor universitario, creador del blog de la Carcel de papel y colaborador en el EP3 de EL PAIS?.
    Un placer, buen mozo y muchas gracias por tu comentario.
    Como verás yo es que soy un manías y aunque sea cierto lo de que esas bolsas no sirvan para nada a mí me gusta tenerlos ahí metiditos porque quedan «mu» monos.
    Si no hemos cascao todos de un bombazo atómico de aquí a 20 años ya os diré cómo han ido las jodías bolsitas esas.

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