NADA PUEDE DETENER AL JUGGERNAUT

Roger Stern siempre me ha parecido un pedazo de guionista como la copa de un pino desde que leí hace ya mucho tiempo una de sus historias en las páginas de Los Vengadores titulada: «Los señores del mal» (me dejó impactado la pedazo historia que nos contaba con ese asalto a la Mansión de los vengatas orquestado por el maquiavélico cerebro de Zemo). El caso es que hace ya varios años salió un coleccionable del arácnido en el que había unas cuantas historias guionizadas por él. Como no me entusiasmó el formato de la edición que pude observar cuando me pillé el primer número, sólo me compré los dos siguientes por el mero hecho de la pedazo de historia que iba a traer en sus páginas: «nada puede detener al Juggernaut». Ainsss, cada vez que leo esta historia se me empañan los ojines de lagrimones por ese regustillo añejo tan clásico y sobre todo por ese buen sabor de boca que deja siempre.
Y es que cuando hay buenos guionistas de por medio se pueden crear buenísimas historias con un argumento la mar de sencillo (a Juggernaut se le encomienda la tarea de acabar con Madame Web y sólo Spidey puede interponerse en su camino). ¿Y cómo se puede detener una amenaza que es totalmente imparable que deja una rastro de destrucción allá por donde pasa?.
Pues lo grandioso de esta historia radica en que se demuestra que la perseverancia de Spiderman puede hacer de él un personaje tan imparable y temible para sus enemigos como el propio Juggernaut. Y lo mejor de todo es que al final su victoria no radica en sus habilidades (ya que el poder de Juggernaut le supera por todos lados) sino en su inteligencia y sobre todo en esa perseverancia comentada antes. En definitiva, se trata de una historia de nuestro amistoso vecino Spiderman que recomiendo encarecidamente a todo el mundo y que para mi gusto es una de las mejores que he leído de él (habrá quién esté de acuerdo o no ya que el arácnido tiene cientos y cientos de aventuras a sus espaldas, pero a mí personalmente ésta es de las que más me gustan). Supongo que también influirá el hecho de que «Juggy» siempre ha sido uno de mis villanos favoritos (aquí os adjunto una foto homenaje a este carismático personaje que siempre me ha resultado inquietante).

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