SPIDERMAN: AMERICAN SON

Ya comenté en un post de hace ya tiempo que yo fui uno de los que no renegó del bueno de Spidey con toda aquella paranoia que se sacaron de la manga titulada Un nuevo día, que trajo como consecuencia un reseteo de años y años de continuidad de este personaje. En su día tuve mis dudas si continuar leyendo esta colección o no, pues la verdad es que fue una tomadura de pelo lo que nos hicieron a los lectores, pues no se puede borrar de esa forma tan ratonera años y años de evolución de un personaje para dejarlo casi como al principio del todo. Como ya digo, ignoré esa jugarreta de Marvel y seguí comprando la colección para ver si ese reseteo traía alguna historia que me sorprendiera gratamente. Pues bien, han tenido que pasar unos cuantos números desde que aconteció todo ese hecho comentado para encontrar por fin una historia inquietante del arácnido (una historia de las que de verdad enganchan). Se encuadra dentro de todo este marco que estamos viviendo ahora de Reinado Oscuro, donde vemos a un cabronazo como es Norman Osborn a cargo de la seguridad nacional (catapultado a esa posición de poder gracias a sus engaños y a sus manipulaciones).
Aunque trata de vender a todos la imagen de un hombre redimido y reformado, sigue siendo un psicópata que mantiene aún su obsesión de acabar con la vida del que ha sido siempre su más odiado rival: Spiderman. Como es de suponer, el sempiterno sentido de la responsabilidad del bueno de Parker le lleva a la idea de que no es ético que alguien como Osborn esté en esa posición de poder y tenga a todo el mundo engañado (pues Peter le conoce desde hace muchos años y sabe que un loco como Norman nunca podrá encontrar la redención). ¿Y qué ocurre cuando decides ir a por alguien que está en una posición de poder como la de Osborn y que encima siente un odio visceral hacía tí?. Pues eso mismo es lo que va a sufrir en sus carnes el bueno de Spiderman, y más cuando te enfrentas a alguien que puede echarte encima a sus matones, que en este caso son un grupo de tarados ultrapoderosos que responden al nombre de Vengadores Oscuros.
En definitiva, una saga que sirve como ejemplo para reconciliarse con las aventuras del arácnido tras todo aquel asunto de mandar años de continuidad de este personaje a tomar por culo. Si uno deja de lado ese prejuicio por unos momentos y se adentra en la lectura de esta saga, seguro que vuelve a disfrutar como un enano con las andanzas de nuestro amistoso vecino Spidey (yo al menos me estoy divirtiendo de lo lindo con ella).

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