Breaking Bad – Temporada 1

 A veces uno se deja aconsejar cuando a series y películas se refiere. Había escuchado entre algunos de mis amiguetes que Breaking Bad estaba cojonuda, pero sinceramente el argumento no me atraía demasiado. Que un tío normal, entrado ya en años y profesor de colegio, decide fabricar metaanfetas después de descubrir que tiene cáncer no me llamaba demasiado la atención. Qué cojones… no me atraía en absoluto. Pero cuando se escucha el éxito que ha tenido Breaking Bad desde hace un tiempo es normal que a uno le pique la curiosidad y se la juegue. Y qué cojones, me ha sorprendido tan gratamente que creo que el resto de temporadas (en teoría serán cinco temporadas en total, empezando la última este mismo año) caerán de seguido. Así, con dos cojones y porque la serie tiene pinta de ser la polla en vinagreta.

Seguro que después de ver la carátula pensarás que Breaking Bad es algún tipo de serie de humor, sobre todo si te comento que su protagonista es Bryan Cranston, el que hace de padre en Malcom in The Middle (sí, la serie esa de la familia loca), y quizás, como me sudecía a mi, no te atraiga su argumento demasiado. Pero en serio, a ver si puedo convencerte para que la veas… y te aseguro que cuando menos te lo esperes ya estarás atrapado.

Cuando a uno le dicen que tiene cáncer de pulmón y que su vida tiene una duración limitada es normal que se plantee si su vida es la deseada y sobre todo si ésta le hace feliz. A ésta situación es a la que llega Walter White, un profesor de química que pasea por su vida sin ningún tipo de convicción, rendido ante una vida soporífera y sin ilusión junto a su mujer y su hijo. Una enfermedad de ese calibre le supondrá una inversión en pastizal muy seria y las circunstancias de la vida le llevarán a plantearse fabricar droga y de esa manera apañarle la vida a su familia para cuando él no esté. Pero un hombre así, legal y entrado en años, no está preparado para el mundo donde se está metiendo.

Walter y su familia

El párrafo anterior explica la situación en la que se ve Walter de un día para otro. Un hombre sin carácter que muchas veces se ve pisoteado por otros simplemente porque no tiene el valor suficiente para enfrentarse a los problemas. La terrible noticia de su cáncer le hará replantearse alguno de sus valores, y sobre todo, quizás al pensar que ya no tiene nada que perder, valorarse más a sí mismo y plantar cara a los problemas e injusticias que se le plantean.

Si bien la serie se hace a veces lenta, creo que es necesario este ritmo para plantear al espectador de una manera eficiente el movidote que tiene Walter encima. Y es que Breaking Bad encierra un aire a dramonazo de impresión, que a los que hemos sufrido esa puta enfermedad en nuestros círculos cercanos comprenderemos pero que muy bien. La enfermedad le hará mella y le hará plantearse decisiones difíciles para que él, o al menos su familia, tengan un futuro. En algunos momentos de la serie tendremos el estómago encogido y con alguna lagrimilla apunto de escapar viendo cómo la vida le trata al pobre Walter y cómo éste sucumbe al desánimo ante la desolación de su enfermedad.

Aquí junto a Jesse, su socio, fabricando algunas chucherías

Pero lo que más me ha gustado de Breaking Bad, aparte de cómo transmite el dolor y pena que emana del protagonita, es la forma en la que nos plantea que aunque todo parezca que está perdido hay que seguir luchando. Walter empezará a echarle pelotas y a enfrentarse a situaciones que nunca antes habría imaginado, improvisando por el camino y aprendiendo de sus propios errores. Si en unos momentos la serie transmite pena, en otros estaremos felicitando a Walter por plantarle cara a la vida y a  las situaciones cotidianas que él considera injustas. Aún con todo perdido es capaz de mirar hacia delante y lidiar con momentos peliagudos que a más de uno nos provocarían dolores estomacales. Y es que la fabricación de la droga será sólo el principio de los problemas, porque la que se termina liando al final de temporada es de traca.

¡No me toques las pelotas! ¡No tengo nada que perder!

Concluyendo, una serie atípica que deberías ver si amas las series en general. Quizás el ritmo lento del que hace gala en algunos momentos te eche para atrás, pero te garantizo que más de una vez gritarás: ¡Toma, joder, sí! ¡Así se hace Walter, coño! cuando Walter salga airoso de uno de sus apuros. Y es que lo más sobresaliente de Breaking Bad, bajo mi punto de vista, es la conexión que hace que nazca entre espectador y el pobre Walter, con el que seguro más de una vez nos sentiremos identificados. Venga, no sé a qué esperas para ponerte a verla.

Un triste comentario

  1. SrGrifter dice:

    Pos habrá que echarla un vistazo, ¿no?.

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