Dark Dungeons: La película

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De todos es sabido que los roleros son gente diabólica. El fin último de las partidas de rol es conseguir invocar a diferentes entes diábolicos para conquistar el mundo, entre los que se incluyen nombres como Satán, Cthulhu, Lord Voldemort o el gran Chapulín Colorado. Pues parece que la maldad ya nos la dejó bien clara un tal Jack T. Chick, un dibujante de cómics evangelista, con unas viñetas de hace ya 30 años (aquí podéis ver la versión en español). En ellas nos contaba como dos jóvenes inocentes, Debbie y Marcie, eran seducidas por el lado oscuro del rol a través de la diabólica Ms. Frost. Seguramente ha conseguido salvar unas cuantas almas descarriadas desde aquel entonces. ¡Aleluya!.

Jack T. Chick nos enseña lo peligrosos que son los juegos de rol

Jack T. Chick nos enseña los peligros de los juegos de rol

Pues hace un año, tras ganar un pequeño premio en la lotería, JR Ralls pensó «¿qué puedo hacer con ese dinero?» y decidió llevar a la pequeña pantalla la gran obra de Jack, y montó un mecenazgo en kickstarter y todo para ello. ¡Incluso uno de los objetivos era que el gran Cthulhu hiciese un cameo!. Un exitazo seguro que recayó en las manos de un equipo dedicado a esos quehaceres… la gentecilla de Zombie Orpheus Entertainment, que ya han hecho su aparición por este blog en un par de ocasiones (The Gamers JourneyQuest).

La película se estrenó en la recién pasada GenCon, y puede comprarse por 5$ en la web darkdungeonsthemovie.com o verse en youtube, donde la están sacando por partes (ya llevan 3 episodios y esta semana sacarán el cuarto y último, digo yo).

La DM Mr. Frost diabolizando a las pobre protas

La DM Mr. Frost diabolizando con drogas a las pobre protas

En el propio Kickstarter, JR Ralls ya advierte que quería hacer una película completamente seria, sin parodiar el cómic de Dark Dungeons. Y lo ha conseguido, se ciñe fielmente al guión… aunque alguno podría pensar que un cómic así ya es una parodia de por sí y por eso no hace falta meterle más chicha. ¡Blasfemos! Dudo que esa fuese la intención del bueno de JR Ralls.

Yo he tenido la suerte de dejar esto del rol… vamos, que no tengo tiempo para jugar, más que otra cosa, pero si no fuese por eso, estaba destinado a la perdición. Y es que me siento identificado a lo largo de la película: La fraternidad del RPG que es la envidia y el temor del resto de fraternidades; las fiestas orgiásticas antes de una partida de rol con una multitud de espectadores; la capacidad de lanzar conjuros reales al llegar al nivel 8 (imaginaos lo que puedo hacer yo, que tengo un nivel 16 de mago).

Ésta no tiene que estar pensando en nada bueno

Ésta no tiene que estar pensando en nada bueno

Aunque el cómic ya tenga sus años y fuese en otra época, la película nos permitirá recordar los peligros del rol. Cualquiera que aún tenga los dados en casa, tiene aún una oportunidad de volver al buen camino gracias a esta gran película. Os recomiendo encarecidamente verla para poder arrepentíos, ¡pecadores!.

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