LAST OF THE LIVING

La verdad es que con eso de que los zombies vuelven a estar de moda tanto en los cómics como en los videojuegos, he entrado en una dinámica en la que peli de zombies que cae en mis manos, peli que me meto entre pecho y espalda sin despeinarme. Así que este fin de semana me la jugué con otra de mis peculiares sesiones de última hora del sábado tarde y me vi esta frikada que tenía por ahí pendiente desde hace unos meses. Y es que desde que vi esa maravilla que es Zombies Party, tengo cierta predilección por las pelis que tratan de mezclar comedia con el subgénero zombie. Pero lo cierto es que aquella película dejó el listón bastante alto para los films que abordan esa mencionada mezcolanza, y Last of the Living está a muchos años luz del título protagonizado por el bueno de Simon Pegg. Pero lo curioso de esta peli a la que dedico la reseña es que dentro de lo mala que es, (porque es mala de cojones) al final uno acaba cogiendo cariño a esa panda de «taraos» que la protagonizan, y además la historia del film no acaba desagradando tanto como uno se podría esperar desde los primeros compases.
Y es que cuando vi que la peli empezaba con un tío clavao a Zinedine Zidane corriendo a lo 28 Días Después por unas calles completamente vacías me dije: «¡Madre mía, vaya paranoia que va a ser esto, válgame la virgen!». Pocos minutos después la cosa no mejora cuando conoces a los 3 protagonistas ahí en su salsa, correteando hasta un supermercado para recoger víveres y enfrentándose a un puñado de zombies mal hechos que te cagas, con caretas de látex y maquillados con una tonalidad de colores dignos del neceser de la Señorita Pepis.
Pero a pesar de todo este cúmulo de despropósitos de una película que no hace falta ser detective para ver que la han rodado con 4 duros y en una tarde de aburrimiento, a medida que toda esta paranoia va avanzando hay que decir en su favor que se deja ver sin demasiados atisbos de bostezos, más que nada por ser partícipes de qué más cosas raras les pueden pasar a los protagonistas (que tal y como he dicho antes, al final hasta acaban cayendo bien dentro de lo gilipichis que son).
En definitiva, una película con un argumento simple, sencillo y con la única intención de mostrar a una serie de personajes correteando por ahí despreocupados ante la amenaza que les rodea y repartiendo hostias a unos zombies mal hechos. Si al igual que yo, no eres demasiado riguroso con este tipo de películas que combinan comedia y zombies, quizás hasta le encuentres el puntillo y no te desagrade del todo dentro de lo simplona que es.

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