LOS PERDEDORES

Hace unos pocos días surgió en mi curreles una conversación sobre cine, y un colega de allí mencionó que tenía esta película. Yo tiré de encanto y le puse ojitos de canica para que me la dejara y degustarla como se merece (a poder ser sosteniendo un copazo de coñac entre los dedos). Tengo que decir que yo conocí a estos personajes gracias a unos saldillos que vi hace ya un tiempo en la reciente y tristemente desaparecida Crisis Comics. Era una oferta de antiguos cómics de Norma editorial, gracias a la cual te podías llevar tres cómics a un precio irrisorio. Así que yo me hice con 2 tomos de la serie Blanco Humano y otro de Los Perdedores. Hace ya tiempo que me leí este último tomo, del que tenía cierta curiosidad por ser una serie del sello Vértigo de la que no tenía la más remota idea por aquel entonces.

Antes de continuar, comentaré para el que no conozca nada sobre este cómic, que la historia gira en torno a una unidad de las fuerzas especiales de Estados Unidos que se dedica a limpiar los trapos sucios del gobierno.

Todo cambia después de que un agente de la CIA, llamado Max, les envía a una misión que resulta ser una trampa; dados por muertos, deciden dejar pasar un tiempo para volver y vengarse de sus antiguos jefes.

¿Y qué opino yo sobre este film?. Pues francamente me ha resultado una adaptación bastante normalita que pasará a la posteridad sin pena ni gloria (vamos, que si te dan a elegir entre el cómic y la peli, yo personalmente recomiendo la historia plasmada en el noveno arte). Eso sí, hay que reconocer que lo que son los títulos de crédito, tanto iniciales como finales, son realmente cojonudos con todas esas imágenes extraídas del cómic del tándem Diggle/Jock.

Pasando a comentar un poco lo que es la peli en sí, no deja de ser un film pasable con algunas escenas de acción bastante espectaculares, y que a mí personalmente me dejó un cierto tufillo a Equipo A (en el sentido de que se trata de un grupo que han sido culpados por un delito que no han cometido y que tratan de limpiar su nombre actuando siempre desde la clandestinidad). A esto hay que añadir ciertos momentos de planes ideados casi milimétricamente donde todo el mundo sabe en qué momento justo actuar para que todo salga a pedir de boca.
Hay también ciertos detalles que me han resultado sobrantes, como la típica escena que vemos en muchos films en las que salen ahí andando todos los protas a imagen ralentizada en plan chulazos, con el trasfondo la bandera de las barras y estrellas. Mención especial merece el maloso de la peli, interpretado por Jason Patric, un tío cargante, vacilón, pedante y pijales al que si no le tapas el sol te pega un tiro en la cabeza (para enteraros de esto hay que ver la peli, porque madre mía con la escenita esa…). Lo que sí hay que reconocerle al film son ciertas escenas del cómic magníficamente recreadas y plasmadas aquí, entre las que destaco una que a mí particularmente me gusta, y que no es otra que aquella en la que el bueno de Jensen es acorralado por un grupo de polis en una de las plantas de un rascacielos y la forma que tiene el tío de salir airoso del entuerto.

En definitiva, una película que como adaptación no está mal del todo, pero que a mí personalmente no me ha enganchado tanto como la lectura del cómic en su día. Estoy incluso planteándome pillarme el tochaco Omnibus que publicó hace unos meses la editorial Planeta y que recopila la serie entera. En fin, ya veremos…

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