Ya comenté en otro post anterior que gran parte del presupuesto mensual que destinaba a Panini y a ECC lo estoy usando para pillar cosas de otras editoriales con publicaciones de calidad a precios asequibles y que no pretenden sacarte los dineros a manos llenas. Es por ello que este mes ha caído este cómic de la editorial La Cúpula, que siempre me había llamado la atención y que mucha gente me había recomendado para partirte la caja un rato con la cantidad de mongoladas que uno se puede encontrar a lo largo de él. Y tras haberlo leído recientemente he de confesar que tiene algunos momentazos para partirse el ojete…
Se trata de una historia donde conoceremos a tres muchachos llamados el Killian, la Yanira y el Jose, quienes haciendo el burro en casa, el pobre Killian acabará «escalabrao» contra la mesa del comedor, por lo que al no estar su madre en casa deberán pedir ayuda a los vecinos heavylongos «emporraos» del piso de debajo para que les lleven al hospital. Todo ello dará lugar a un montón de situaciones absurdas y gilipollescas en ese hospital, que desde luego consiguen arrancar más de una sonrisa al lector. El tomo continuará con otras historias de estos chavales protagonistas, ya en el barrio, con sus amigos el Aitor, el Jairo o la Meryl y, por supuesto, el yonki del barrio (llamado el Chamorro). Mención especial para el personaje de la madre de los niños, cuya forma de expresarse deja alguna que otra perla que debería pasar a la posteridad como «frases épicas del noveno arte». Un cómic underground que me permito el lujo de recomendar a todos aquellos a los que le gusten esas historias gamberras de barriada donde lo gilipollesco y la mala leche toman todo el protagonismo.