One Punch Man

punch2_logo

Ya hemos comentado en otras muchas otras ocasiones que la muchachada de este blog no es que seamos muy dados al Manga (aunque reconocemos que sí solemos limpiarnos los mocos con la manga de la camisa). Pero a pesar de ello siempre miraremos con buenos ojines series como Monster y Death Note, las cuales en su día nos encandilaron mazo, cual lagartona que engatusa a un puto pardillo con la intención de sacarle ahí los dinerazos. El caso es que muy recientemente el anime de One Punch Man también nos ha dejado un buen sabor de boca y por ello hoy queremos recomendaros esta serie que agradará a más de uno…

Que te pego leche...

¡Que te pego, leche!…

Y es que tal y como he dicho al principio, en lo que se refiere al Manga o al Anime, lo justito. Sin embargo, en ciertos foros de cómics escuché a gente hablando sobre una serie titulada One Punch Man, donde la recomendaban encarecidamente bajo la premisa de un menda que ejerce de superhéroe en sus ratos libres tras haberse sometido a un entrenamiento con el que se ha hecho tan poderoso que de una simple ostia revienta a cualquier enemigo o monstruosidad por grande que sea. Hubo gente que tras escuchar las recomendaciones leyó el Manga o vio el Anime y pusieron de vuelta y media a la persona que se lo había recomendado por haberles incitado a ver o a leer semejante puta mierda. Y yo, que soy fan de la polémica gilipollesca, decidí adentrarme en el visionado del Anime, para poder comprobar si las personas que la recomendaban lo hacían por tocar los cojones o por si realmente merecía la pena.

Tanto ha entrenado que calvorota se ha quedado

Tanto ha entrenado que calvorota se ha quedado

Pues bien, fue ver el primer episodio de la serie de televisión y pensar: «¡Joder, pues esta mierda promete!». Total, que vi otro episodio más, luego otro, luego otro y así a lo tonto he de confesar que me tragué los doce episodios de la 1ª temporada en poco más de un par de días. Y el veredicto es que me lo he pasado de putísima madre viendo semejante paranoia sobre un superhéroe desmotivado por el mero hecho de que no encuentra a ningún enemigo que esté a su altura (todo lo contrario que en Dragon Ball, donde veíamos siempre a Goku y Vegeta todo el rato entrenando para ser ellos los que llegaran al nivel de los enemigos con los que se iban topando a lo largo de sus andanzas).

A esto hay que unirle un sentido del humor gilipollesco y absurdo que derrocha la serie, con el que yo personalmente me parto el ojete. Además me encanta la forma tan sutil que tiene de tocar el tema de la importancia de un aspecto físico atractivo y de la buena aparencia en la sociedad actual, porque da igual que seas el mejor en alguna disciplina o campo concreto, que si la imagen no acompaña serás considerado como una apestado. El caso es que me gustaría aprovechar este post para recomendar la serie encarecidamente, porque aunque creas que no se puede sacar demasiado argumento de un tío que derrota a sus enemigos de una simple ostia, poco a poco  a lo largo de la misma iremos conociendo a una serie de personajes y de acontecimientos con los que se irá topando nuestro protagonista (el gran Saitama), que incita bastante a su visionado hasta el final. Por cierto, la canción de la intro es la puta caña…

Deja un comentario