Prodigy

Siendo un fanboy de Mark Millar hasta la médula, no es de extrañar que la reciente publicación de este cómic titulado Prodigy haya sido motivo de algarabía y jolgorio por mi parte, razón por la cual hoy vamos a dedicarle esta reseña a una obra apta para todos esos grandes amantes del Millarworld. Como es habitual, se trata de un tomo en formato cartoné de 168 páginas al precio de 18€, con el sempiterno tamaño un poquito más grande, tan característico de este tipo de publicaciones.

De momento, Panini sigue manteniendo para este tipo de obras una buena relación calidad-precio, que ya veremos si durante el 2020 se mantiene o si ocurre lo que muchos ya nos estamos temiendo. El caso es que lo consideres caro o no, ello no es ni mucho menos óbice para que todos los que admiramos los cómics de Millar volvamos a delitarnos los ojines con una de estas obras a las que ya nos tiene acostumbrados y donde hace nuevamente gala de esas barrabasadas que tanto nos gustan. Así que sin más dilación ni remolonerías vamos ya a adentrarnos a explicar qué historia encierra este cómic titulado Prodigy, porque seguramente te va a resultar curiosa e inquietante cuanto menos… 

Argumento

El argumento de Prodigy nos pondrá en el pellejo de Edison Crane, quien no se contenta únicamente con ser el hombre más inteligente y el hombre de negocios más exitoso del mundo.

Y es que su mente brillante necesita ser desafiada constantemente. Es un científico ganador de un Premio Nobel, un genio compositor, un atleta olímpico y un experto en ocultismo, y ahora los gobiernos internacionales le están pidiendo que solucione sus problemas.

Tirando fichas a la rubia

Sobre la obra

Bajo esta premisa, nuestro autor escocés favorito da forma a uno de sus sempiternos guiones donde el protagonismo es asumido por uno de esos personajes chulescos y prepotentes «made in Millar», dentro de una serie de situaciones y escenarios repletos de sus habituales barrabasadas varias.

Sí, puede que muchos opinen que esta fórmula ya cansa y que aburre su manera de escribir guiones enfocados únicamente para que se los adapten en alguna película o en una serie de Netflix con los royalties que ello conlleva.

Pero si al igual que el que suscribe, todo eso te da igual y piensas que un Millar en piloto automático o a medio gas se saca de la manga obras resultonas muy por encima a las de una inmensa cantidad de guionistas del montón, Prodigy es un cómic muy disfrutable.

Y es que un personaje que aúna en sí mismo cualidades dignas de Sherlock Holmes, James Bond, Indiana Jones, Bill Gates o Albert Einstein (elevadas a la enésima potencia) bajo la premisa de tener que detener una invasión de una realidad alternativa, puede dar mucho juego en manos de Millar.

Todo ello da pie a una de esas obras palomiteras a las que este autor nos tiene más que acostumbrados, con personajes y situaciones estrambóticas, donde todo transcurre a ritmo vertiginoso hasta llegar a su final.

Y si tu única pretensión es la de leer un cómic divertido y que te haga pasar un buen rato, sin duda alguna, Prodigy cumple esa función con creces, aderezado por el hecho de que muchos elementos que vamos viendo a lo largo de la obra, encajan totalmente en su parte final.

Saltando como un mico

Los autores

¿Y qué os puedo contar yo a estas alturas sobre Mark Millar que no sepáis ya, chavales?. Los que hayáis llegado hasta aquí ya habréis entendido que se trata de uno de mis guionistas favoritos.

Y es que a parte de todo el Millarworld, un autor que ha guionizado con ese estilazo suyo cosas como The Ultimates, The Authority el Viejo Logan (entre otras muchas), merece todos mis respetos.

En cuanto al dibujo tendremos a Rafael Albuquerque, quien es ejemplo de que Millar en este tipo de obras sabe rodearse de gente que garantiza calidad en la parte gráfica.

Y es que ese estilo suyo con personajes muy expresivos, una pulcra narrativa y una puesta en escena casi modélica, traduce sus viñetas en un auténtico deleite visual para el lector que abra este tomo por cualquiera de sus páginas.

Ole ahí las ostias bien dadas

Conclusión

En definitiva, Prodigy es un cómic que, como fanboy de Millar, me permito el lujo de recomendar para todo aquel que quiera entretenimiento puro y duro sin mayor pretensión.

Puede que muchos digan que es uno de los autores más sobrevalorados del momento y que algunas de sus últimas obras como Huck , Empress Renacida flojean, pero un servidor sigue y seguirá siempre esperando cada obra suya como agua de mayo.

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