ZONE OF THE DEAD

La verdad es que en este nuevo año me he propuesto ser un tío más castizo y más «echao p’alante» en lo que a cine se refiere, y ayer nuevamente lo demostré viendo una peli Serbia de zombies (bueno, en este caso son infectados). Y es que ahora mismo tengo un aplomo que me la juego casi con cualquier peli chunga de estas, así que cuando cayó en mi poder este film titulado Zone of the dead (que también encontraréis como Apocalypse of the dead) no me hice el remolón y me la jugué como un tío sin pensármelo dos veces.

Lo primero que hay que comentar de ella es que cuando uno empieza a verla es inevitable no percatarse del aire ochentero y pseudo-casposo que rezuma el film, pero en conjunto resulta una película pasable que no es tan mala como uno podría pensarse desde un principio. Todo comienza en el pueblo industrial de Pancevo,  cuando accidentalmente se libera un gas tóxico transportado en el contenedor de un tren, por culpa de una panda de gilipichis que no tienen nada que envidiar a la niña de «la he líao parda».

Como es de suponer, todo el que entra en contacto con este gas se convierte en un ser ávido de carnaza humana (y no precisamente al estilo de los jovenzuelos que frecuentan los pubs un sábado noche). Aquí fue donde se me planteó un dilema que tampoco es que me quitara el sueño, pero que me dejó un poco cartulina, porque supuestamente los «infectados» corren que se las pelan, al contrario que los zombies, que son lentos y torpes por naturaleza. Sin embargo, aquí meten un popurrí de seres entre los que hay algunos que corren más que un atleta español «dopao» y otros que son más lentos que yo con un balón en los pies (el caso es que todo esto me dejó mas desorientado que un jet-lag).

Bueno, siguiendo con el argumento, veremos a continuación cómo un grupo de agentes de la Interpol se encontrarán en medio de  este desastre. Pronto descubrirán que el único modo de escapar de las hordas zombies es aliarse con un misterioso y peligroso prisionero al que están escoltando para ser extraditado y que sabe más sobre el tema de lo que parece (vamos, la típica lección de las pelis de zombies de que para sobrevivir a un holocausto lo mejor es aliarte con tu peor enemigo, tal y como ya comenté en la peli de La Horda). Mención especial merece el susodicho preso en cuestión, un guaperas  desquiciante que se pasa toda la peli con una cara a lo «Pepe sonrisas»  y que a mí me recordaba a Ernesto Neyra.

Pero, sin duda alguna, quien más llama la atención del film es el personaje del policía llamado Mortimer Reyes, una especie de Samuel «estoy hasta los cojones» L. Jackson.  A este respecto tengo que comentar que cuando estaba viendo a este personaje yo pensaba: ¡Joe, a este tío con ojos a lo Ozil yo le he visto en algún lado!. El caso es que ya casi  al final del film mis neuronas se pusieron a funcionar cuando va y se marca la frase de:  «¡Cuando el infierno se desborde, los muertos se levantarán para siempre!». Ahí fue cuando caí en la cuenta de que este tío es Ken Foree, uno de los protagonistas de la versión del año 1978 de El Amanecer de los Muertos del maestro Romero, y que tiene también un pequeño papel de tele-evangelista en la versión del año 2004 en la que salía por la tele diciendo la famosa frase de: «¡Cuando no haya más  sitio en el infierno, los muertos caminarán sobre la tierra!»). Sin duda alguna, su actuación y su presencia es lo que más vidilla le da a la peli, pues personalmente me gustó todo este guiño que se marca a la mencionada peli de George A. Romero.

En definitiva, Zone (o Apocalypse) of the dead me ha resultado un film que personalmente me ha parecido pasable con todo ese aire retro que tiene. Sin embargo, la parte final del film me resultó un desvarío que se les va de las manos (sobre todo con esa escena que se marcan en la que parece que los zombies están ahí tumbados echándose una siesta cual perrazo a la sombra de un chopo). A mí personalmente me dio la sensación de que no sabían cómo acabar el meollo, y se marcan un final un tanto paranoiesco que para mi gusto le resta interés al conjunto. A pesar de todo no es tan mala como parece, gracias a la presencia del mencionado Ken Foree (pero vamos, que si no la ves tampoco te estás perdiendo el sumun del género).

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