BOB ESPONJA

Soy consciente de que con este post me la juego y que seguramente muchos diréis: «¿Pero qué coño me estás contando, Rober?». Y es que todo el que me conoce un poco es sabedor de mi reciente admiración por un personaje al que descubrí hace poco: el bueno de Bob Esponja. Tengo que empezar diciendo ante todo que yo en mi blog suelo criticar muy a menudo el hecho de que mucha gente tenga el prejuicio de no acercarse al mundo del comic por la simple razón de creer que son sólo historias para críos (principalmente por el simple desconocimiento del medio y por el hecho de no atreverse a darlo una oportunidad por el prejuicio también latente de ser tildado de frikazo). Digo esto a colación de este post dedicado a Bob Esponja, porque aunque a mí siempre me han gustado los dibujos animados, tenía la creencia (sin haber visto nunca ningún capítulo) de que los dibujos del bueno de Bob eran una gilipollada sin sentido, y no entraban en el tipo de series de animación que me atraen.
El caso es que un día en el que iba a cenar puse el canal Clan Tv (puesto que ese día no echaban el Hormiguero), y me dije: «Bueno, como en todos los canales no hay más que gena, dejaré puesto esta paranoia del Bob Esponja de los huevos». Y a lo mejor soy yo que soy un tontaco o un flojeras, pero tengo que reconocer que con el episodio que vi me partí el ojete, y me resultó la mar de simpatiquísimo el humor gilipollesco de esta serie. Total, que movido por una curiosidad morbosa, a la noche siguiente repetí de nuevo en Clan Tv, y volví a pasármelo pipa con otro episodio del puto bicho este. De esta forma, hoy por hoy me declaro fan acérrimo de Bob, y no me importa confesar que me he hecho con sus cinco primeras temporadas y con la peli que se estrenó en cine hace unos años. Cuando pienso en el prejuicio que tenía yo hacía esta serie por prejuzgarla de mala manera sin haber visto nunca ningún episodio, lo comparo con la opinión que tienen muchas personas hacia el mundo del comic, que lo juzgan de mala forma sólo porque tienen una idea negativa preconcebida. Sirva este post como recomendación de las aventuras de este personaje a todo aquel dispuesto a dejarse entretener por una magnífica serie con un sentido del humor fresco y divertido. Y es que creo que a veces es un comportamiento más maduro el defender los gustos de uno (sean cuales sean y sin importar las críticas), que el hecho de no dar una oportunidad a algo que a uno le pueda gustar por el «qué dirán». Así que me despido cantando a los cuatro vientos: «¡Sí, me gusta Bob Esponja, lo reconozco y me la suda lo que piensen los demás!».

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