A finales del siglo XX, superhéroes, genios, locos y activistas se precipitan hacia la Tercera Guerra Mundial. Un héroe «de hierro» soviético, un presidente estadounidense aferrado al poder, un soldado cyborg con superpoderes, una mujer afgana empeñada en construir una vida mejor para su pueblo y un periodista en busca de la verdad convergen en un escenario desolador donde los límites de nuestra realidad y ficción se tocan, se solapan… y luego explotan.
Desde el mismo inicio de esta reseña hay que advertir que «20th Century Men» no es para nada un cómic amable, requiere de una actitud abierta y un cierto esfuerzo por parte del lector.
Cuesta, de hecho, ubicarnos al principio y saber qué nos quieren contar Deniz Camp y Stipan Morian. Saltan atrás y adelante en el tiempo, cambian de estilo gráfico y narrativo, trasladan constantemente la voz del narrador… no se preocupa lo más mínimo en poner facilidades; es más: el juego de Camp me retrotrae a esa cierta densidad caótica de aquellos Peter Milligan o Jamie Delano de principios de los 90 (quienes hayáis leído algo de estos autores, sabréis a qué me refiero).
«20th Century Men» es una especie de ucronía, un tebeo de ciencia ficción y política-ficción que nos sitúa en un mundo al borde de una nueva guerra, con Estados Unidos y la URSS en plena tensión. El gran protagonista se encuentra en el lado soviético: el mariscal Platonov, un soldado-cyborg enfundado en una descomunal armadura que lo hace invulnerable y letal en el campo de batalla.
Podríamos hablar de que estamos ante «otro» mundo alternativo más donde existieron superhéroes en momentos cruciales de la historia mundial. El escenario particular de Camp se centra en la invasión soviética de Afganistán; Al igual que en ‘Watchmen’ , vemos como la presencia de superhéroes ha demostrado ser un excelente elemento disuasorio para el equilibrio geopolítico.
Es además «20th Century Men» un tebeo construido para plantear muchas preguntas. Todo esto crea una especie de lectura un tanto esquizofrénica, que sin duda alimenta el clima de conspiración que impera durante todo el tebeo…
Con un guion ambicioso que no rehúye tocar temas tan incómodos como el patriotismo, el imperialismo o el negocio de la guerra, Camp ofrece una obra que pide una lectura pausada. No es un relato sencillo: aquí abundan las tramas cruzadas, los dilemas morales y las reflexiones sobre la naturaleza humana.
Constantemente cambia de género, de estilo, de punto de vista y personaje, genera montones de ruido y todo eso lo hace un tebeo un tanto complicado de leer, pese a que la estructura básica es una investigación clásica en la que una pista lleva a otra. La atmósfera cambia con la escena; cada época de la historia tiene su propia paleta, cada personaje su estilo. Pero llegará un momento en que veremos que este arriesgado experimento no tiene nada de arbitrario y que probablemente no haya otro camino para llegar al punto al que nos quiere llevar.
Y si hablamos de las influencias gráficas de Morian: a veces es Bill Sienkiewicz, otras es Frank Miller, y otras una amalgama de Sam Kieth, Kyle Baker, Richard Corben y Enki Bilal…
Sinceramente, uno de esos trabajos que no puedes quitarte de la cabeza por su desgarradora potencia visual.
En definitiva: «20th Century Men» es una reinterpretación increíble de la Guerra Soviético-Afgana. Se construye en estas páginas un relato fascinante que nos sumerge en un caótico campo de batalla narrativo y visual, que nos permite revisitar y revisionar la Historia bajo el prisma de la ciencia ficción. Realmente su lectura me dejó boquiabierto. Sinceramente, uno de los mejores cómics de lo que llevamos de año.
Por Francisco José Arcos Serrano




