Familias locas hay en todos lados (y sino que se lo digan a los que viven en el piso 1º de mi portal, que están chalaos, no me jodas). Pero si tuviéramos que quedarnos con una familia chunga del mundo del cine seguramente todos coincidiríamos en decir que los protagonistas del angustioso film titulado La Matanza de Texas se llevan casi todas las papeletas ante el honor de ser los mayores putos piraos y degeneraos del séptimo arte.
Seguro que todos recordaréis aquella mítica película del año 1974. Yo la vi hacia finales de los años 80, allá por mis tiempos mozos y acabé acojonadísimo y medio agilipollao por culpa de ese gran cabronazo llamado Leatherface (más conocido como cara de cuero). El caso es que aquella cinta tuvo bastante éxito, pues a lo largo de los años ha contado con cuatro secuelas y un remake, el cual tuvo su propia precuela. Así que con tanta película sobre gente como putas cabras locas muchos nos preguntábamos si realmente hacía falta otro largometraje sobre cómo se las gastan allí en Texas. El caso es que movido por la curiosidad me dispuse a ver este nuevo film para ver qué nos contaban en él…
Sobre su argumento os comentaré que al pretender ser una secuela directa del antes mencionado largometraje de Tobe Hooper del año 1974 veremos cómo este film arranca justamente en el preciso instante en el que acabó el anterior. De esta forma, en sus compases iniciales seremos partícipes de cómo el pueblo de Newt (Texas) se vengará de la familia Sawyer por haber ocultado los asesinatos cometidos por Jeb Sawyer, el maníaco de la motosierra conocido como “Cara de cuero”. Cuando la gente del pueblo, dirigida por Burt Hartman, quemó su granja, se dio por supuesto que toda la familia había muerto, pero el bebé de los Sawyer sobrevivió. Gavin y Arlene, dos de los vigilantes pueblerinos, se la llevaron en secreto y la criaron como si fuera su hija con el nombre de Heather. A los veinte años, cuando descubrió que había sido adoptada, un abogado la localizó para comunicarle que su abuela la había nombrado heredera de sus bienes y debido a ello nuestra protagonista acudirá a Texas y allí descubrirá todo el legado de su verdadera familia…
Cara de cuero enganchando a una del pescuezo
Por tanto, al tratarse de una cinta que viene a ser una secuela de la original, al principio de la misma se nos hará también un breve resumen de los acontecimientos que ocurrieron en aquella. A este respecto he de decir que la estética de film setentero de este arranque del largometraje está bastante bien conseguida y acrecienta ese aire continuista que pretende ser este título. A partir de aquí el film recurre a los sempiternos clichés de la saga, con el típico grupito de jóvenes en su furgoneta y esos personajes estereotipados en el que las tías están todas rebuenas (y con tetazas) y los tíos son unos cachitas y unos chulazos de cuidado.
Lo mejor de la peli: la gachí esa de los pantaloncitos
Pero si hay algo que es ya «marca de la casa» es la tan esperada aparición de cara de cuero (quien no murió en esa reyerta del principio del film llevada a cabo por los pueblerinos contra la familia Sawyer). Y desde el momento en el que este personaje hace su aparición no faltarán tampoco esos instantes ya típicos de verle serrando gente viva, machacando cabezas o trinchando personas con un gancho y colgándolos en plan viva piñata. Suyos son los escasos momentos de tensión que tiene el film y como es de suponer aporta el toque gore que tanto esperan los acérrimos seguidores de la saga.
Cara de Cuero liando la de Dios
Seguro que con todo lo comentado muchos diréis que se trata de una correcta teenage movie en la que nuevamente un grupo de jovenzuelos son masacrados a mala leche por cara de cuero. Pues bien, en este punto es donde quiero expresar el grado de absurdez supina que me ha resultado esta película y la tomadura de pelo que toda ella supone (y me voy a explicar). Y es que a lo mejor es cosa mía, pero la sensación que me ha dejado esta cinta es que de alguna forma los guionistas quieren que empaticemos con un cabronazo como es Leatherface, que sintamos pena por él y que veamos con malos ojos y como unos asesinos a la gente del pueblo que organizaron una turba y se cargaron a toda su familia. Así que cuando la película te muestra a cara de cuero como el «héroe del día» vengándose de todos ellos y a la protagonista descubriendo el hecho de que es la prima de este pieza y se pone ahí en plan «ayyy pobrecito no le matéis que es un pobre subnormal y no sabe lo que hace», a mí personalmente me hervía la sangre pensando en si llegados a este punto del film trataban de que sintiéramos pena por este personaje: un puto tarao que desmembra a la gente, les arranca la piel de la cara y hace adornitos con sus huesos, no me jodas. Y no, no me vale la excusa de que al padecer un retraso mental fuera fácilmente manipulado por sus hermanos para cometer los crímenes (no deja de ser un puto tarao y un asesino que se merece que alguien le haga lo mismo que él hace a sus víctimas).
Cara de cuero peinado a lo Duquesa de Alba
En definitiva querido lector, La Matanza en Texas 3D me ha resultado un film absurdo que te cagas por todo lo que acabo de exponer a partir del momento en el que nuestra protagonista descubre que pertenece al linaje de los Sawyer y que cara de cuero es su primo (aunque bueno, supongo que hay peores formas de descubrir el pasado de uno, como bien pudiera ser en uno de esos programas de Telecinco). Es por ello que un film que de alguna forma trata de dejar a un puto tarao como cara de cuero como héroe del día me parece un poco tocada de huevos. Lo dicho, una absurdez como la copa de un pino que me paso por el ojete de forma tremebunda…