MIS DOS PORTADAS PREFERIDAS

Tal y como comenté en un post de hace unas cuantas semanas, fue allá por el año 1989 cuando empecé a interesarme de lleno en el mundillo de los comics. Fue cuando pasé de los «mortadelos, zipi y zape, carpantas, étc…» a interesarme por otros géneros dentro del comic no tan enfocado a un público infantil. Así que aparte del interés por los comics de personajes superheroicos, sentí curiosidad también por cierto personaje cuyos comics veía siempre en el kiosco y sus portadas me hacían flipar (por aquel entonces aún no iba a tiendas especializadas). Se trababa del bueno de Conan de Cimmeria, y un buen día me lancé por bulerías y me compré un comic de la colección de La Espada Salvaje de Conan (me costó mucho decidirme, ya que se trataba de una serie en blanco y negro y eso me tiraba para atrás). Con la lectura de ese comic me di cuenta de lo buen guionista que es Roy Thomas, el cual consiguió engancharme a las aventuras del cimmerio. Incluso mi colega Kiko se vició con estos comics, y siempre que teníamos pelas disponibles de la paga de nuestros progenitores, íbamos al kiosco a pillarnos algún que otro «espada salvaje». Recuerdo que estábamos flipados con un comic en el que Conan tenía que enfrentarse a un horda de zombies devueltos a la vida por medio de un hechicero un poco cabrón (e incluso en aquellas míticas tardes veraniegas en las que Kiko y yo quedábamos en mi casa para dibujar historietas con unos personajes inventados por nosotros, dedicamos una de nuestras historias a hacer una recreación de ese argumento con nuestro peculiar estilo). Hoy por hoy aún conservo todos esos comics de la espada salvaje de Conan que me fui comprando allá por la década de los 90, y tengo que decir que, como los encuaderné hace ya muchos años, todavía se conservan como nuevos a pesar de tener muchos de ellos más de 15 añazos. ¡Uy!, si viérais la cantidad de tomos que tengo hoy por hoy con las aventuras del cimmerio (para leerse todos ellos haría falta dedicarle unas cuantas horas al día durante semanas y semanas). El caso es que toda esta parrafada viene a colación de que me la voy a jugar y voy a poner aquí debajo mis dos portadas favoritas de esa colección mencionada. La verdad es que hay muchísimas (como podéis ver en este enlace), pero yo personalmente me quedo con estas dos, sobre todo con la primera de ellas, con esa cara de circunstancias que pone el bárbaro mientras está bebiendo apaciblemente agua de un manantial y se encuentra con ese bicharraco de mirada desafiante (me parece un dibujo espectacular).

Un triste comentario

  1. KiKo dice:

    Joer que tiempos… recuerdo que incluso nos hicimos camisetas con portadas de Conan… yo todavía recuerdo la mía, Conan andando por la nieve espada en mano ^_^

    Otra historia mítica de Conan era la de las tres muertes de Conan. ¡Qué buenos comics! Yo también los tengo por ahí guardados…tendré que cogerlos algún día y releerlos!

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