Colección extra superhéroes: Los Vengadores

No sé si os hemos comentado alguna vez que el otro ilustre creador de este blog (el nunca bien ponderado Kiko) se está construyendo un chalet en las escombreras de Pitis. El caso es que el otro día nos dirigíamos los dos hasta allí en la Renfe para supervisar las obras, cuando de pronto salió el tema de lo inquietísimos que estamos los muchachos de este blog con el estreno de la peli de los Vengadores dentro de poco. Como este chaval se empezó a poner nervioso de una manera en la que se daba de cabezazos contra la ventanilla, le dije que existía una forma de aplacar su inquietud con cierto tomo que se publicará en el mes de marzo y que servirá para ir abriendo boca de cara al film.

Los Vengadores: Grandes amenazas

Cuando casque y lean en mi última voluntad que deseo ser momificado entre las páginas de mis cómics favoritos, se van a hinchar a envolverme entre páginas y páginas de tomos de la línea Marvel Gold de Panini. Y es que siempre es agradable contar todos los meses con una buena dosis de este tipo de lectura cual yonki que espera su dosis de metadona en la narcosala de su barrio. El caso es que hoy he tenido el placer de degustar este nuevo tomo que recopila material clásico del mejor grupo del mundo del noveno arte, y me ha dejado la misma cara de felicidad que la de Goku cuando iba montado en su nube Kinton.

Realmente siempre es un delicia el poder volver a recordar algunas de las míticas aventuras clásicas de Los Vengadores, y más si son las de plena época dorada del grupo. Y si están de por medio nombres como Jim Shooter, Marv Wolfman, Sal Buscema, George Pérez o John Byrne, ya no te digo «ná».  Vamos que si eres fan del grupo y no has leído este material no sé cómo puedes conciliar el sueño por las noches sin tener que usar cloroformo.

Hulk: futuro imperfecto

Parece mentira que en un blog tan friki como este nunca hayamos dedicado unas palabrejas a una de las mejores historias de la etapa de Peter David cuando estaba a cargo de los guiones del gigante esmeralda. De este guionista ya hablamos hace unos días en la reseña de Hulk: ¿fin o principio?, y no me cansaré de repetir el hecho de que este tío fue quien hizo grande al monstruo gamma, haciéndole evolucionar de aquel gigantón monosilábico con su sempiterno grito de ¡Hulk aplasta!, hasta otras cotas más interesantes con las que supo explorar bastante bien la idea de una persona normal encerrada dentro de un monstruo.

Por ello, tras varios años escribiendo al personaje y tras muchas historias a sus espaldas, no es de extrañar que se viera obligado a dejar la colección cuando las necesidades editoriales le tocaron los cojones y le impusieron volver nuevamente al Hulk tontaco y rabietas. De todas formas, antes de su marcha fueron muchas las aventuras que realizó sobre este personaje, y esta de Futuro imperfecto es una de las que a mí personalmente me resultan más molonas.