Ya llega «Skyfall»

Hay muchos detractores que nos critican y quieren manchar nuestra imagen diciendo que los muchachos de este blog sólo vamos a ver estas películas simplemente por ver a la chica Bond de turno. Y ciertamente esto es así y no hay más cojones, pero también hemos de reconocer que nos mola el personaje creado por el novelista inglés Ian Fleming por el simple hecho de que a nosotros también nos gusta vestir de smoking. Así que voy a aprovechar la noticia del inminente estreno de la última entrega de la saga el 31 de octubre para contar cierta tradición en torno a las películas del bueno de Bond…

James Bond con cara de mala hostia

Todo empezó en la Nochebuena del año 1995 en la que estábamos un colega y yo aburridos sin saber qué coño hacer hasta la hora de la cena y nos dijimos: «¿A que no hay cojones de ir al cine a ver Goldeneye?». Y joder, vaya que si los hubo, porque a partir de entonces hicimos el juramento de ir a ver cada peli de James Bond el día de Nochebuena. Y esto fue así mientras estrenaron las pelis siguientes allá por el mes de diciembre. Luego empezaron a estrenarlas cuando les salió del ojete y sustituimos la fecha de Nochebuena por el mismo día del estreno.

Así que este chaval y yo tenemos ya alquilado nuestro smoking para el día del estreno, y ahora andamos buscando un sitio donde nos alquilen un Aston Martin guapo baratito-baratito. Lo cierto es que ardemos en deseos de que llegue la tan ansiada fecha de continuar nuestra tradición, a la que en los últimos años siempre se nos ha acabado acoplando algún «guest starring» ahí de paquete. Pero vamos, que quien quiera venirse que sepa que en el puto Aston Martin sin un smoking no entra (por mis cojones toreros)…

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