Area 52

De vez en cuando apetece tirar de comicteca y releer algún viejo cómic del que a uno ya sólo le queda un vago recuerdo de cuando lo degustó en su día. Fue lo que me ocurrió a mí este sábado en la sobremesa, pues mientras revisaba uno de mis armaritos buscando qué leer me topé con este tomo titulado Area 52. Ciertamente ya ha llovido desde su publicación, pues se trata de una de las novedades que salieron allá por el 2002 con motivo del Salón del Cómic de aquel año.

Me imagino que a todos os sonará lo conocido con el nombre de Area 51 (ya sabéis, esa supuesta base militar de los EEUU en la que al parecer tienen lugar actividades bastante poco convencionales referentes a ovnis y seres extraterrestres). Pues bien, digamos que el Area 52 de este cómic se inspira totalmente en aquella, pues se trata de una especie de base militar situada en la fría Antártida, donde se encuentra un centro de investigación usado a modo de «vertedero» o almacén para todos aquellos objetos, descubrimientos o experimentos desechados por el gobierno norteamericano, por si tuvieran que hacer uso de ellos en caso de volver a necesitarlos en un futuro próximo.

Como es de suponer, un lugar así entronca con el incidente acontecido en Roswell en el año 1947, a partir del cual se sostiene la hipótesis de que una nave extraterrestre cayó en ese lugar  de Nuevo México (hipótesis defendida por muchos testigos y por informes de la Fuerza Aérea de los EEUU). De esta forma, el tomo parte del hecho de que los restos de aquella nave caída se guardaron en este Area 52, lo que servirá para explicar el porqué un alien de lo más violento y sanguinario acabe suelto por ese lugar sembrando un terror desmedido entre los militares de la base (debido principalmente a un hecho fortuito que se nos contará al comienzo de la historia).

Ciertamente con un argumento así es ineludible que no le vengan a uno a la cabeza títulos de películas y series tales como La cosa, Alien o la mismísima Expediente-X. Y desde luego que las referencias a estos puntales del género de la ciencia-ficción no serán las únicas que nos encontremos en el cómic, pues como los habitantes de esa base son caracterizados la mayoría de ellos como un poco «frikis» y con mucho tiempo libre, habrá divertidas menciones también a videojuegos  tales como Metal Gear, Quake, étc… (vamos, que los aficionados a las consolas estarán en su salsa con todas estas referencias).

 

Cuidado moza que te espían

Pero sin duda alguna, el mayor atractivo del cómic radica en el hecho de que como nuestros protagonistas están atrapados en una base (que tal y como se ha dicho antes sirve de almacén para todo tipo de objetos y artefactos raros desechados por el gobierno de los EEUU), podéis imaginar que muchos de estos objetos les serán de gran ayuda a la hora de enfrentarse a un poderoso alienígena de instintos voraces. A colación de esto, el cómic nos ofrece nuevamente un montón de referencias a objetos que nos suenan a todos por haberlos visto en libros y películas. Así por ejemplo veremos cómo estos personajes se servirán de artefactos tales como el Mjolnir de Thor, la mítica Excalibur, la lámpara de Aladino, la máquina del tiempo de H.G. Wells, el arca de la alianza de Indiana Jones, así como otras armas en forma de anillos y lazos típicas de otras editoriales muy puestas en materia superheroica.

Como podéis ver, se trata de un tomo repleto de referencias al género de la ciencia-ficción y al mundillo friki en general, contribuyendo todo ello a hacer más amena la lectura cada vez que identificamos algún artefacto de los que echan mano nuestros protagonistas y que nos suena por haberlo visto en alguna película o leído en algún libro. Además, todo ello está aderezado por el dibujo de Clayton Henry, con cuyo estilo de dibujo es inevitable que no le venga a uno a la cabeza el amerimanga de Humberto Ramos. En definitiva, un cómic que consigue su única pretensión de entretener y hacer pasar al lector un rato divertido y ameno. ¡Ah, por cierto!,  he leído por ahí que es muy posible que en un futuro cuente con una adaptación peliculera, pues realmente el argumento se presta bastante a un guión hollywoodiense. Habrá que estar atentos…

Un triste comentario

  1. KiKo dice:

    Oye, pues tiene muy buena pinta, te lo podrías rular 🙂

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