El Regreso de Ravenor

Claro que sí, uno sólo regresa si ya ha estado antes en ese lugar y en Vas Tú Listo no hemos hablado de Ravenor nunca. No tenemos la culpa, el libro tiene ese título y no comentamos el primero de la serie porque con Eisenhorn pensaba que ya teníamos más que suficiente con un inquisidor en este humilde blog. Otro de los motivos es que sólo teníamos traducida la primera parte desde hacía mucho y parecía que las otras dos tardaban en llegar o se quedarían en la lengua de Shakespeare para siempre.

Después de tantos años esperando por fin llegó a las tiendas sin avisar y allí estaba yo comprándolo. Hace casi un mes que tenía esa pequeña carga sobre mis espaldas, pero he pensado que al menos le debía eso a Ravenor. Además en febrero aparecerá la tercera parte “Ravenor Fugitivo” y con ella terminarán las aventuras de este personaje.

Vamos a presentar a este nuevo compañero de viaje. El Inquisidor Ravenor es un antiguo pupilo del Inquisidor Eisenhorn, así que algo tiene que ver. Además las historias tienen detalles que las unen superficialmente, aunque son dos trilogías muy bien definidas y que pueden leerse por separado sin problemas.

Algunos pueden sufrir un infarto al ver el símbolo de la Inquisición

Ravenor es muy diferente a su maestro, pues estamos hablando de un tipo que ha quedado confinado a una silla de ruedas blindada con soporte vital incluido que no le permite el contacto físico. Teniendo en cuenta que Dan Abnett escribió para X-men es imposible no hacer comparaciones con Charles Xavier, aunque claro, Ravenor tiene un cañón psíquico en la silla.

En este libro, Ravenor ha sido dado por muerto y actúa bajo la marca de condición especial, sin apoyo ni recursos de su Ordo. Pero es que al inquisidor no le hace falta la ayuda externa, él con su grupo tiene suficiente. Volveremos a ver a Carl Thonius el interrogador, Harlon Nayl, que sirvió a las órdenes del mismísimo Eisenhorn, la atlética Kara Swole, el tipo del arma pesada Zeph Mathuin, Patience Kys la telequinética, Wystan Frauka el intocable, y vamos a descubrir más cosas sobre Zael Efferneti, el niño adicto a los flejos.

Dan Abnett ha vuelto a engancharme otra vez. Decir esto en mi caso no es una noticia. Vuelve con el típico ritmo que no te deja descansar ni un momento y que te hace leer en los lugares más insospechados. Pero como siempre va más allá, y es que cuando te das cuenta de que el escritor es consecuente con todo lo que hace y que realmente se dedica a enriquecer el universo con sus detalles es cuando ves que el libro no termina en la última página. Por ejemplo, Dan aportó ideas a Dark Heresy, el juego de rol de la Inquisición. Aquellos que han tenido un manual de rol en sus manos alguna vez, se dan cuenta de que es una enciclopedia sobre el universo que trata, detallista hasta lo absurdo, porque un jugador de rol no se contenta con cuatro detalles mal puestos o te mete el manual por el recto. Pues bien, cada vez que habla de armas en Ravenor, comienzas a tener flashes sobre la armería de Dark Heresy, ¿será coincidencia?.

El bueno de Dan después de escribir la trilogía

Hemos esperado mucho para tener en nuestras manos la segunda parte de Ravenor y por lo que a mí respecta ha superado a la primera. Voy a morderme las uñas hasta febrero.

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