Para Michael Smith, la verdad se resume en saber qué quiere, a quién desea… y quién es él en realidad. Cuando el Enigma, su personaje de cómic favorito, cobra vida, Michael se ve abocado a una búsqueda obsesiva y peligrosa para encontrar al héroe de su infancia. Por el camino tendrá que enfrentarse a un montón de villanos mortíferos y extravagantes. Después de pasarse la vida huyendo de sí mismo, Michael persigue por fin la verdad. Y la verdad lo hará libre… si se atreve a enfrentarse a ella.
Peter Milligan escribió esta obra en el ‘93, pero su lectura sigue siendo igualmente intensa que en los años 90. Me gustaría, eso sí, dar a los lectores que se acerquen a esta obra una advertencia: Enigma no es un cómic típico, está salpicado de grandes dosis de surrealismo, teorías filosóficas existencialistas, teatro de lo absurdo y referencias a movimientos culturales vanguardistas del siglo XX.
Podemos decir, sin miedo a equivocarnos, que estamos ante una historia posmoderna y muy poderosa, ya que en sus páginas vamos a encontrar un estudio exhaustivo de la identidad personal y sexual, de la relación autor/lector/obra canónica y de la figura del superhéroe como pocas veces se ha descrito en el medio. Es increíble como lector encontrarse nuevos paradigmas casi en cada vuelta de página con innovadoras transiciones de escena, estableciendo una serie de escalones de análisis que se convierten en la estrella de la función.
En el apartado gráfico tenemos a Duncan Fegredo, un artista con largo recorrido a sus espaldas, que ha destacado por su facilidad para adaptar su estilo para ciertas obras donde ha colaborado. Su estilo se basa en grandes manchas de tinta, trazos irregulares pero definidos y naturales y una sensación general de que la obra rezuma personalidad en cada una de sus viñetas. No olvidemos la agradable paleta de colores de Sherilyn Van Valkenburgh, que potencia el resultado formal, engrandeciendo la obra.
Una vez releída en esta nueva edición queda claro que Milligan creó una obra innovadora, que nace del enfado del guionista hacia esos héroes populares, patéticos y repetitivos. Enigma supone un acercamiento a la esencia del género pijamero desde un punto de vista psicoanalítico…y sí, es cierto que es exigente en ocasiones, pero ofrece tanto a cambio que el esfuerzo merece la pena. La edición en cartoné por parte de Planeta es excelente, incluyendo lujosos extras como nuevas introducciones de Peter Milligan y Duncan Fegredo, más de cincuenta páginas de bocetos, ilustraciones nunca vistas y detalles sobre su proceso de creación. En definitiva: Enigma es una obra que se adelantó varias décadas a su época, desafiando incluso hoy en día las expectativas de cualquier persona que se acerque a ella.
Por Francisco José Arcos Serrano