Lunes molones: Noche de miedo

La verdad es que así leído en frío el título del film de la reseña de hoy uno puede pensar que vamos a hablar de la sensación que se le queda en el cuerpo a cualquier gachí que pase una noche romántica con cualquiera de los mozos de este blog y tenga que sufrir el vernos en pelotas. Sin embargo, Noche de miedo fue el film elegido ayer por el nunca bien ponderado Kiko para la tarde friki del lunes molón, en el que esta vez nos pasamos el jodío Fifa por el forramen y nos dedicamos en cuerpo y alma a darle a los shooters. Por cierto, que ayer pude descubrir de primera mano que después del Fifa, el juego que más hace rabiar a Kiko hasta el extremo de echar espuma por la boca es el Call of Duty.

Así que tras el rato de vicio y bien atiborrados de bollos (pues ayer hicimos la vista gorda en nuestro pacto de no comerlos más) nos dispusimos a ver este film que fue estrenado en cines hace unos pocos meses y que alguna que otra persona (no sé si con acciones en la peli) me había alentado a que la echara un vistazo.

Y no puedo empezar la reseña sin recomendar este largometraje a las niñas del mundo por la presencia de ese azote de las nenas llamado Colin Farrell, quien nos cae bastante bien a los muchachos de este blog por haber encarnado al gran Bullseye (en aquella denostada peli de Daredevil de hace unos años) o por su gran labor en un film que nos encanta como es Última llamada. Por cierto, al loreto la vacilada de Kiko antes de ver la película diciéndome que a él le suelen llamar Colin Farrell. Tonto de mí decidí entrar al trapo y preguntarle que a ver porqué coño le llamaban así, y va el tío y me responde: «¡Porque cuando salgo de Farrel no me como ni un Colín!». Como podéis suponer lo mandé a tomar por culo…¬¬

Así se nos quedan los ojos a nosotros tras 20 horas de vicio a la Xbox

Gilipolladas aparte, hemos de decir que Noche de miedo es un remake de un famoso film ochentero que lleva el mismo título, y del que no nos quedaba más que un vago recuerdo de haberlo visto hace un porrón de años cuando aún éramos unas mierdas de críos. Hartos como estamos de los vampiros guaperas y con flequillazo de Crepúsculo, teníamos ganas de resarcirnos con algo que dejara bien alto en pabellón vampírico y nos ofreciera esa visión de ellos como seres muy cabronazos que anhelan beberse tu sangre y dejarte sequillo. Y vive Dios que este largometraje sabe colmar las ansias de los que defendemos ese concepto de los vampiros.

Foto mía recién "levantao"

El film nos pone en el pellejo de un jovenzuelo llamado Charley Brewster, quien vive con su madre en un tranquilo vecindario cerca de Las Vegas. Sin embargo, su apacible y tranquila vida se complicará cuando un nuevo vecino se mude a la casa de al lado. Aunque al principio parece un tío la mar de enrollado, pronto descubrirá que oculta un oscuro e inquietante secreto: es un vampiro con mucha mala leche y con mucha sed de sangre.

Dos de los protas puestos a 20 uñas

Personalmente Noche de miedo me ha resultado una curiosa mezcla de dos films como son Jóvenes Ocultos y Disturbia. Ciertamente es un largometraje con un argumento simple pero efectivo a la hora de captar la atención del espectador y saber mantenerla hasta el desenlace a pesar de lo trillado del género. Y es que en él se combinan momentos de tensión, humor y ligeros toques gore de una manera bastante equilibrada como para no llegar a aburrir en ningún momento.

Así nos repelen a nosotros las tías

Mención aparte merece la presencia del actor Christopher Mintz-Plasse (más conocido como Bruma Roja en la genial Kick-Ass), y que una vez más se vuelve a marcar uno de esos papeles de friki y tío raro que borda a la perfección. Por cierto, una curiosidad que me ha llamado la atención documentándome sobre el film es el hecho de que el personaje de Peter Vincent (interpretado por el actor David Tennant) resulta de la unión de dos de los más famosos actores del cine de pánico y escalofríos: Peter Cushing y Vincent Price. Ahí es «ná»…

El mayor friki del séptimo arte

En definitiva, Noche de miedo es un film que nos permitimos el lujo de recomendar a los lectores de este blog a los que les agrade la temática vampírica y sus sempiternos clichés del género. Y es que tanto Kiko como yo coincidimos en que si esta película la llegamos a ver en nuestra época dorada de cine friki cuando éramos uns entrañables efebos muy flipables, habría estado sin duda entre nuestra favoritas. Hoy por hoy, con ya mucho frikismo a nuestras espaldas, nos ha resultado un remake bastante digno que nos ha dejado un buen sabor de boca y un grato recuerdo de la época en la que echábamos la tarde viendo pelis de este jaez (ainssss, los buenos viejos tiempos…).

2 comentarios

  1. Kvotte dice:

    Esta peli la vi este martes recomendada por Kiko y la verdad es que me gusto bastante. Sin duda el papel de Colin Farrell es de lo mejorcito porque tiene pinta de vampiro que acojona. Me queda pendiente ver el remake de los ochenta.

    1. SrGrifter dice:

      A pesar de que Colin Farrell acojona en la peli, seguro que aún así las tías le siguen mirando con ojines…

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