Sky high – Una escuela de altos vuelos

Hay una cosa que no entiendo…, ¿por qué este blog no tiene un apartado dedicado a Bruce Campbell?. Se trata de un tema la mar de importante por el que monté un pollo en la redacción de Vas Tú Listo. Teniendo en cuenta que el peso pesado del blog está dedicado a superhéroes y Bruce es nuestro icono particular…, ¿por qué no hemos hablado nunca de Sky High: Una escuela de altos vuelos?.

 Si, claro, la película es sabor vainilla, pero a Bruce se le quiere aunque salga en un capitulo de Ana y los siete, (no hay que renunciar a los ídolos, hay que comprenderlos). Pasaba quizás por una situación de hambruna y el tío no podía hacer otra cosa que dedicarse al cine familiar, pero vamos, que se le puede perdonar, ya que en el mismo año que hizo Sky High también se dedicó a cosas más frikis como «Alien Apocalypse» o su magnífico y aclamado libro que todos deberíais leer: “Make Love! The Bruce Campbell Way”

Night of the living dead

En este blog aparte de ser grandes devotos de Bruce Campbell, si hay otro tío al que admiramos ese es George A. Romero (tanto que incluso durante un tiempo estuvimos yendo a ver torear a Curro Romero en la época en la que creíamos que eran familiares). Y es que ver clásicos como El amanecer de los muertos o El día de los muertos cuando se es un impresionable jovenzuelo es normal que al final le acabe a uno impactando ese tipo de cine y poco a poco se le acabe cogiendo gran cariño a las películas chungas de serie B.

Así que cuando hace unos días me topé en la tienda con este cómic me lancé a por él a lo Arteche con solo ver la portada y el nombre de George A. Romero en ella. Ni siquiera necesité hojearlo para convencerme de su compra (así de facilón soy, tomad nota de ello, chicas). El caso es que este sábado en la sobremesa me senté a degustarlo como se merecía, vestido de gala y sosteniendo un copazo de coñac entre los dedos. Y es que no hay nada mejor para hacer la digestión que un cómic de zombies donde las tripas y las vísceras vuelan a tutiplén.

¿Evil dead 4?

Todos deberíamos lavarnos la boca antes de mencionar el nombre de Bruce Campbell. Y es que un tío que ha protagonizado la que para nosotros es la mejor trilogía friki de la historia del cine se merece eso y más. Los muchachos de Vas Tú Listo no somos muy devotos, ¿sabéis?. Pero a veces rezamos. Rezamos y damos las gracias a dios por los Phoskitos con cromos, por los tangazos de tirilla, por los Mikopetes y por poner a Bruce Campbell en el mundo. Hace unos días hablaba yo con cierta persona sobre la mítica trilogía, y esa individua en cuestión va y me suelta la siguiente perla: «¡Ah, pos no sé que es eso de Evil Dead!». Fue oír tamaña herejía y empezar a arderme el esqueleto de una forma que parecía que me iba a convertir en superguerrero nivel 3, no me jodas. El caso es que hoy os traemos un notición que inquietará a todos los fans del mejor actor y buque insignia del cine friki.

Anuncios Molones

Hace unas semanas navegando por Internet me encontré un vídeo que me chocó y me hizo bastante gracia. El anuncio en cuestión anunciaba productos de Old Spice, una empresa totalmente desconocida por estos lares que se dedica a fabricar desodorantes y otros productos para el genéro masculino. Me hizo tanta gracia el jodio anuncio que me puse a investigar y descubrí que en esa empresa son todos unos cachondos y se dedican a grabar spots para la tele totalmente surrealistas, pero que merecen la pena ver. ¿Os animáis para pasar un buen rato?

Análisis: Army of Darkness Defense

Es una delicia ver cómo abundan las aplicaciones y juegos en la App Store de Apple. Cada cierto tiempo me da por echar un vistazo para ver si me encuentro alguna ofertilla, aplicación o juego interesante. Pues fíjate tú que el otro día me encontré un juego basado en nuestra idolatrada Army of Darkness, protagonizada, como ya sabéis, por el tío más cojonudo que se ha inventado en el mundo del cine: Ashley J. «Ash» Williams.

Como podéis suponer compré el juego tentado por la idea de controlar a Bruce Campbell en uno de los papeles que le han hecho una estrella en el género de la serie B. Y qué leches, que eso de manejar con una mano una escopeta y con la otra una sierra mecánica no se puede hacer todos los días.

Tracker

¿Recordáis la época en la que éramos más jovencitos e impresionables y a veces alquilábamos  una película por el simple hecho de tener una carátula molona?. ¿O quién de nosotros no se ha comprado alguna vez un videojuego en sus tiempos mozos dejándose llevar por la emoción de presenciar una imagen la mar de chula en la portada?. Pues bien, yo ayer me dejé llevar por ese grado de impresionabilidad y me hice con la compra de este tomo por el simple hecho de que me gustó su portada. Y es que ciertamente un menda con un alto porcentaje de parecido con Ash J. Williams siempre resulta inquietante si eres seguidor de Bruce Campbell.

Supongo que ahora mismo los fans de este pedazo de crack estaréis respirando en una bolsa por la emoción del momento, pero verdaderamente lamento deciros que este cómic que nos ocupa no tiene nada que ver ni con demonios, ni «necronomicones», ni escopetas recortadas, ni sierras eléctricas, ni nada del contexto en el que se movía ese personaje. Aquí los protagonistas son unos personajes algo más greñudos que los demonios a los que despachaba Ash con su gracejo natural, pues estamos hablando nada más y nada menos que de hombres lobo (¡uyuyuyui, qué miedo!).

Obergeist Ragnarok

Ciertamente entre la vorágine de novedades que entran mensualmente en casa de un coleccionista de cómics, suele ocurrir que a veces alguna de estas se queda por ahí perdida entre los armaritos, durmiendo el sueño de los justos. Esto ha sido exactamente lo que me ha ocurrido con Obergeist Ragnarok, un tomo que entró en mi casa allá por el año 2007, lo guardé en uno de mis armaritos esperando a ser degustado,  y ahí se quedó más abandonado que un perrillo en el mes de agosto o que un viejete en una gasolinera.

Así que imaginaos mi careto el otro día cuando de pronto me encontré con este cómic que llevaba ahí casi cuatro añazos esperando su momentazo (más o menos como Bojan Krkic). Sorpresivo me resultó abrir la primera página y darme de morros con una introducción de ese genio llamado Bruce  Campbell. No pude menos que ponerme de pie y leer las sabias palabras del «puto amo del 7º arte» sobre lo que tenía que decir al respecto de este tomo en el prólogo del mismo.