Nuestra próxima peli friki

Hace unos días estábamos los redactores de este humilde blog montando una de nuestras famosas fiestas del pijama en las que hacemos peleas de almohadas con ladrillos y pedrolos dentro de ellas, cuando de repente me acordé de que aún no había dedicado unas palabrejas a un film muy inquietante. Así que tras asestar un cacho de hostión con la almohada al nunca bien ponderado Kiko dije que yo abandonaba la pelea, pues en esta vida hay que saber retirarse a tiempo tal y como hizo Indurain.

El caso es que la película de la que quiero hablar hoy es la que degustaremos este lunes que viene en nuestra jornada friki de ese día de la semana y que lleva por título Vanishing on 7th Street. Sirva este post a modo de avance del gran film que nos espera este lunes y con el creo que levantaremos cabeza Kiko y yo con respecto a ese pozo de inmundicia y de pelis mierdosas en el que nos hayamos sumidos a fecha de hoy.

Adiós bollitos míos

Ayer fue un día triste, muy triste. De camino a casa del otro ilustre creador de este blog (el nunca bien ponderado Kiko), este muchacho profirió una frase que nunca pensé que llegaría a escuchar: «¡Desde hoy dejo los bollos!». Con esa simple frase a sangre fría y sin pestañear puso punto y final a una dilatada carrera que ha provocado que el mundo de la bollería industrial se vista hoy de luto para despedir a un tío con un talento innato a la hora de levantar bollos ahí a dos carrillazos, y que sin duda alguna pasará a la historia del mundo de los bollos como uno de los más grandes. Si aún estábamos asimilando su retirada del mundo del fútbol-sala (sobre todos las féminas, que jamás volverán a verle vestido de corto ni disfrazado de futbolista), ahora nos llega este nuevo varapalo que a muchos nos ha pillado de sopetón (pero si hasta su personaje famoso preferido era Raquel Bollo). Por eso hoy quiero dedicar esta emotiva despedida a un tío que lo ha sido todo en esta noble disciplina.