El día de Nochebuena estaba yo ahí tan feliz poniéndome «to gocho» y zampando en plan puto «degenerao» a lo monstruo Triki (lo que viene siendo ponerse la comida en la palma de la mano y estampársela con ansia contra la boca), cuando de pronto veo aparecer en la tele a Katy Perry. De este muchacha ya hemos hablado un montón de veces en Vas Tú Listo y la hemos otorgado el dudoso honor de ser la madrina de este blog, después de nuestra querida Bianquita. El caso es que fue verla y empezar a ponerme nervioso con unos cacho tembleques en la mano que parecía que tenía Parkinson, no me jodas. Un suspiro de pasión se apoderó de mí y se me quitó el hambre de golpe, oye…