La verdad es que si uno lee el título del post de hoy así en frío y de sopetón pensará que vamos a hablar de un largometraje sobre uno que se va por ahí con una pilingui de esas de la calle Montera y le pegan una sífilis del copón. Pero no amiguitos, la reseña de hoy no va sobre gentecilla que se va por ahí a echar la tarde a lo «Winnie the poohtas«, sino que se trata de un film del director Steven Soderbergh no apto para gente hipocondriaca o personas obsesivas con el tema de las enfermedades.

Supongo que en estos momentos cualquier frikazo de pura cepa que no haya visto esta película estará pensando que se trata de la típica cinta en la que un virus empieza a infectar a la gente, estos se vuelven gilis ávidos de carnaza a lo 28 Días Después y se arma el apocalipsis. Siento decir a estos «flipaetes» que quien se espere esto de Contagio se llevará una desilusión, porque el film va sobre infecciones, sí, pero todo ello enfocado desde un punto de vista realista sobre lo que podría ocurrir con la aparición de una nueva enfermedad desconocida y con un alto índice de mortalidad.