VIVIR CON LOS MUERTOS

No hace falta tener afán detectivesco para ser sabedor de que hoy por hoy los zombies vuelven a estar de moda tanto en cómics, series y videojuegos (cualquier día ya hasta pegas un patadón a un pedrolo y te sale un zombie). Entre esta amalgama proliferante de productos de seres zombificados hay ciertas cosillas que despuntan un gran nivel y otras cosillas que están ahí de relleno o de paquete, incluso yo diría más de paquete que Benzema en el Real Madrid. Este es el caso del cómic que nos ocupa en la reseña de hoy, del que salta a la vista que está hecho para aprovechar el tirón que esos seres putrefactos causan actualmente.

Y es que Vivir con los muertos es uno de esos tomos que contienen una historia trivial e intrascendente de las que cuando llegas a la última página lo dejas en la estantería condenado a dormir el sueño de los justos. A ver muchachada, tampoco estoy diciendo que esto sea un bodrio infumable de esos que te deja tiritando el neuronaje, sino que me refiero simplemente a que si decides no jugártela tampoco te estás perdiendo nada de lo que se vaya a hablar en los foros del mundo durante generaciones.

ME LLAMO EARL (3ª TEMPORADA)

Siguiendo este ritmazo que llevo de verme un par de episodios de esta serie los fines de semana a la hora de la comida, tal y como comenté hace unos días en el post en el que hablé de la temporada anterior, ya me he fulminado como el que no quiere la cosa toda la 3ª temporada (e incluso he empezado con la cuarta).

¿Y qué os puedo contar a estas alturas sobre esta serie que no haya ensalzado anteriormente en mis reseñas pasadas?. Pues, por ejemplo, merece la pena comentar que si en las dos temporadas anteriores el hilo conductor de casi todos los episodios se basaba en Earl enmendando y tachando cosas de su lista, en esta tercera veremos cómo se tratará de dar nuevos bríos a la serie, dejando la famosa lista en un segundo plano y centrándose la trama en otros menesteres. Y es que como recordaréis todos los que hayáis visto el final de la 2ª (¡¡¡Y CUIDADO QUE CON LO QUE VOY A DECIR EN LO QUE QUEDA DE PÁRRAFO SPOILEO UN POCO!!!), el bueno de Earl ha ido a parar a la cárcel para encubrir a su ex mujer Joy de aquel famoso delito del robo de un camión .

3 METROS SOBRE EL CIELO

Todo el que conozca mi intachable y nunca bien ponderado curriculum cinéfilo se estará preguntando ahora mismo qué narices hace un tío sano y castizo como yo viendo un pedazo de joyón como este (muchos pensaréis que debía de estar bajo los efectos de algún fármaco o alucinógeno). Pues bien, tengo que decir en mi defensa que vi esta película bajo coacción y contra mi voluntad…, y me voy a explicar para salvaguardar mi imagen.

Resulta que el domingo quedé con unos colegas para invitarles a ver una peli en el cine por mi cumpleaños que fue hace unos días (sí señores, un año más viejo y pellejo). Así que como buen caballero que es uno, les cedí el derecho a elegir peli, pero ninguno se mojaba. Yo ahí pensando para mis adentros «¡Por Dios que alguno de estos seres diga que quiere ver MEGAMIND!!. Pero nada, mis súplicas internas fueron desoídas por los dioses cuando uno de ellos se envalentonó, se lanzó por bulerías y dijo: «Pues yo he leído en la crítica que la peli esta de 3 metros sobre el cielo está muy bien» (vamos…, estoy seguro de que este colega debe de leer a escondidas la Superpop o el nuevo Vale, porque salvo en panfletos de 20 añeras no sé dónde pudo encontrar una reseña buena sobre esta peli).

JONAH HEX

Ayer por la tarde con el biruji que hacía no apetecía salir y tocó jornada de reflexión en casita, tal y como se hace el día antes de las elecciones (yo en mis tiempos mozos pensaba que hacer jornada de reflexión era no salir porque te habías echado Reflex). Así que invertí parte de la tarde de ayer en el visionado de otra adaptación comiquera al cine, en la cual tenía particular interés, ya que tengo que confesar que sobre este personaje de DC Comics sí que no he leído absolutamente nada.

Para todo aquel que al igual que a mí el nombre de Jonah Hex le dejara picuetísimo antes de ver la peli, comentaré que se trata de un individuo que fue un buen oficial que luchó al servicio de la Confederación durante la Guerra Civil Americana. Según se da a entender en el film, debido un rifi-rafe que tuvo con un alto mando del ejército (quien le culpa por la muerte de su hijo), provocará que éste se vengue de Jonah asesinando a sangre fría a su mujer y a su hijo, y dejando parte del rostro de nuestro protagonista salvajemente desfigurado.

LOS PERDEDORES

Hace unos pocos días surgió en mi curreles una conversación sobre cine, y un colega de allí mencionó que tenía esta película. Yo tiré de encanto y le puse ojitos de canica para que me la dejara y degustarla como se merece (a poder ser sosteniendo un copazo de coñac entre los dedos). Tengo que decir que yo conocí a estos personajes gracias a unos saldillos que vi hace ya un tiempo en la reciente y tristemente desaparecida Crisis Comics. Era una oferta de antiguos cómics de Norma editorial, gracias a la cual te podías llevar tres cómics a un precio irrisorio. Así que yo me hice con 2 tomos de la serie Blanco Humano y otro de Los Perdedores. Hace ya tiempo que me leí este último tomo, del que tenía cierta curiosidad por ser una serie del sello Vértigo de la que no tenía la más remota idea por aquel entonces.

Antes de continuar, comentaré para el que no conozca nada sobre este cómic, que la historia gira en torno a una unidad de las fuerzas especiales de Estados Unidos que se dedica a limpiar los trapos sucios del gobierno.

LOST PLANET 2

Todo el que tenga una Xbox es sabedor de que lo más divertido de esta consola son los juegos que tienen la modalidad de cooperativo online. Y es que hay que reconocer que un juego se hace mucho más divertido pasándoselo con un colega cada uno cómodamente conectado desde su casa y estando comunicados a través del auricular de esa consola. Ya son muchos los juegos en cooperativo que mi colega Kiko y yo nos hemos pasado, pues somos bastantes dados a comprarlos a través de internet en las tiendas de U.K a precios que son de auténtica ganga. Así que aparte del Kane & Lynch 2, el último juego que nos hemos pasado «a pachas» ha sido este Lost Planet 2 (nuevamente tiré de encanto y puse ojines para convencer a este muchacho de que se lo pillara para viciarnos como perras).

Hace ya unas pocas semanas nos lo hicimos entero, y seguramente si le preguntáis a él por qué tal está, se os quedará mirando de arriba a abajo arrugando el hocico mientras jura en arameo antiguo acordándose de los muertos de alguien.

IRREDEEMABLE

Soy consciente de que hoy por hoy estoy muy encasillado en la lectura de cómics de Marvel, hasta el punto de que cualquier día la gente me señalará con el dedo por la calle y me dirá: «Hey, hasta luego, encasillao». Así que de vez en cuando, para quitarme este curioso «San Benito», me gusta jugármela con mis famosas apuestas personales a través de las cuales me hago con la compra de un cómic del que apenas conozco nada, por el simple hecho de que me transmite buenas vibraciones echándole un rápido vistazo.

Y esto fue lo que hice hace unos días en mi última visita a la tienda con esta novedad de Norma editorial que lleva por título Irredeemable. Una de las primeras cosas que me atrajo fue ver el nombre de Mark Waid en la portada, guionista al que tengo en buena estima por lecturas tales como su etapa en los 4F o su más que recomendable Empire. A colación de este último título, hay que comentar que Waid vuelve a marcarse una historia en la que el protagonista es un villano un poco cabronazo (supongo que por eso me llamó tanto la atención este cómic cuando leí el resumen de la contraportada, pues este tío sí que sabe caracterizar a personajes aviesos).

EL EQUIPO A

Todo el que fuera un tierno mozalbete, achuchable y mofletudo, durante la década de los 80, recordará aquellas tardes de los sábados en las que a eso de las 20:00h siempre ponían alguna serie chula en Tve1 (los buenos tiempos de cuando sólo había dos canales y los chavales aún jugaban en la calle sin quemar papeleras ni patear cubos de basura). De aquella época datan series como Macgyver, la magnífica «V» y toda su parafernalia de las pegatinas de la Teleindiscreta, y por supuesto El Equipo A. En mi barrio concretamente había una desbandada total de la muchachada cada vez que iba a empezar la serie, bajo la frase de: «Me subo a casa que va a empezar el episodio» (hoy en día con internet esa frase ya sólo está en boca de las marujonas enganchadas a los dramones telenoveleros).

Así que supongo que todo aquel que por entonces disfrutara con la serie, se la habrá jugado con el visionado de esta película para ver cómo estaban recreados estos míticos personajes de antaño (yo al menos esperaba que hubieran solucionado por fin aquel pequeño detalle de la serie en la que cada vez que Hannibal recibía un puñetazo, se veía a un tío con un pelucón blanco y con las patillas despegadas).

CALL OF DUTY BLACK OPS

Ya comenté en otro post que desde que descubrí nuevos horizontes en la compra de videojuegos en la páginas de U.K, un servidor ya no se deja los cuartos de forma «jaimitesca» comprándolos en nuestro bonito país (pues casi hay que prostituirse para comprar un juego nuevo, no me jodas). Sin embargo toda regla tiene su excepción, y la mía en esta premisa que acabo de comentar tiene lugar en el mes de noviembre. Es el único mes del año en el que voy al FNAC a comprarme un juego y dejarme 70 eurazos del ala. Y es que amigos míos, noviembre es el mes de Call of Duty. Como casualmente es también el mes de mi cumpleaños, cuando me preguntan que qué quiero de regalo yo pongo ojines de gato de Shrek y digo que quiero Call of Duty (me suelen preguntar que qué es eso, y yo suelo decir «Tú dame el dinero, que yo ya sabré…, ya»).

Así que el mismo día de principios de mes que el juego se puso a la venta, salí del curreles cual torete que salta a la plaza de Las Ventas y me hice con esta pequeña joya que hace que siempre resalte un pequeño halo(3) de luz en mis ojos cuando hablo de él.

PREDATORS

Supongo que todo aquel que viera en su momento la primera película de Depredador allá por el año 1987, sobre todo si se era aún un tierno mozalbete, quedaría impactado con lo bueno que era ese film por esa tremenda mezcla de terror, acción y ciencia-ficción. Así que cuando estrenaron esta película a la que dedico mi post de hoy me llamó la atención por saber cómo continuaban la saga (que por cierto, no sé porqué no le han puesto en el cartel el título de Depredador 3 sin caérseles los anillos).

El caso es que desde casi los primeros compases del film, uno no puede evitar pensar que le van a contar la misma historia que ya se pudo ver en la primera parte, solo que peor hecha y con personajes menos carismáticos. A este respecto merece la pena comentar la elección del bueno de Adrien Brody como protagonista, del que no pongo en duda sus buenas cualidades como actor, pero sin sacarle de papeles dramáticos (como, por ejemplo, el que hizo en El Pianista).