Es algo ya casi más archiconocido que el clítoris de la gran Rebeca Linares el hecho de que a veces en nuestras reuniones frikis de los lunes se nos acopla algún guest starring que se nos une para disfrutar de una tarde de frikismo a tutiplén y visionado de pelis chungas de esas que te dejan tiritando. Y esta vez la persona agraciada fue nuestra reportera Mar, una vieja conocida de este blog, que suele calificarnos como viejos verdes en los comentarios de algún que otro post. El caso es que la película que vimos este pasado lunes fue una elección suya, y lo primero que pensamos al ver esa carátula es que quería quitarnos años de vida de forma canallesca…
Y es que con su elección peliculera esta muchacha infringió algunas de las reglas sagradas de los lunes molones. La primera y más grave de todas fue el hecho de escoger cine español, el cual nosotros nos pasamos por el forro y no lo vemos ni «ataos», no me jodas. Además en el film no se ve ni una sola teta o cachaza de protagonista femenina, con lo cual cometió con su elección otra grave infracción contra lo que es la esencia de nuestros lunes molones…
Pero dejándonos ya de gilipolladas y entrando de lleno en lo que es la reseña peliculera (como el que entra a lo Arteche a un balón dividido), hemos de decir que el film nos pone en el pellejo de Tomás Mariño, un famoso escritor y único miembro varón de una polémica familia gallega, que decide regresar a su pueblo con la esperanza de que lo nombren hijo predilecto. Sin embargo, una horrorosa maldición circula por el lugar. Un miembro de los Mariño es en realidad un licántropo que atemoriza a los vecinos de la aldea año tras año. Si el monstruo se come a un Mariño varón a los cien años justos, la supuesta maldición desaparecerá. Tomás se niega a ser sacrificado y junto con sus amigos, Calixto y Mario deberán encontrar la forma de combatir contra la bestia.
Los extras parecen sacados del mismísimo Puerto Hurraco
Todo este «tinglao» da pie a una comedia de terror de la que he de decir que no está tan mal como yo esperaba en un principio, pues sabe explotar lo poquito que tiene para hacer un film simpático con el que esbozarás alguna que otra sonrisa en determinados momentos. Y en esta labor precisamente ayuda mucho la presencia de actores como Gorka Otxoa (al que habréis visto en pelis como Pagafantas), Secun de la Rosa y Carlos Areces, quienes componen un entrañable trío gilipollesco que se verán metidos casi a cada instante en un sinfín de situaciones terroríficamente divertidas. Eso por no hablar de la presencia del perro Pancho (el perrángano del anuncio de la Primitiva), que protagonizará algunos momentazos épicos que te dejan diciendo: «¡Ja, ja, qué cabrón el perro!».
Vaya tres putos cracks
Lo que sí resulta un poco chocante e irrisorio es el aspecto de los hombres lobo, que con ese estrafalario pelaje más bien parecían peluches de tómbola. Eso por no hablar de la forma de «despacharlos» por parte de los protagonistas, que le deja a uno la sensación de que cargarse a un hombre lobo es algo más sencillo que ayudar a Dora la exploradora, no me jodas.
Los miembros de Vas Tú Listo sin depilar
Aún con todo, Lobos de Arga es uno de esos films que trata de explotar la combinación de terror y comedia a lo Zombies Party y francamente no lo hace demasiado mal para lo que uno podría esperarse a priori de ella. Si buscas una película repleta de momentos hilarantes, humor absurdo, maldiciones y meigas, todo ello en un contexto de la España más profunda que os podáis imaginar, echad un vistazo a este largometraje, porque hay que reconocer que tiene sus momentos. Una grata sorpresa para nuestra última reunión de los lunes molones, pues no nos esperábamos gran cosa de ella y al menos nos divirtió bastante…