Como un lunes más el Sr Grifter se acercó a mi casa para disfrutar de un apecetible día en mi compañía y terminamos viendo la propuesta semanal que nos trajo tan digno personaje: PROWL (en español se llama ALMAS OSCURAS).
Antes de verla, como ayer fue el 2 de Mayo, estuvimos recordando el jaleo que se formó aquel mismo día de 1808 por un despiste nuestro. Antes de nada os tengo que explicar que el Sr Grifter y yo tenemos una máquina del tiempo (lo que oís, no es broma). Cuando éramos ñajos nos construimos una caseta como la que hacen en las pelis americanas para dedicarla a nuestro hobbies frikis, tan mal vistos por aquella época. Dado que los dos vivimos en pisos, no nos quedó otra que montarla en la terraza del Sr Grifter usando como paredes sábanas de su madre (puede sonar cutre…. y lo es). Estábamos orgullosos de tan noble edificación, tanto que incluso la bautizamos rompiendo un batido Cacaolat (como no pudimos romper la botella nos bebimos el contenido y escupimos sobre las sábanas) y le pusimos el nombre de «La Casita Particular». Nos juntábamos muchas tardes para jugar a juegos de mesa, leer comics, y demás frikezas. No sabemos cómo, pero un día como ayer, el 2 de Mayo de 1990, terminamos viajando en el tiempo.
La madre del Sr Grifter no le mola un cacho la idea, ya que no puede usar la terraza desde 1990. Pero bueno, entiende que ahora nos dedicamos a viajar en el tiempo y arreglar algunas cosillas por el bien de la humanidad (con el paso del tiempo hemos desbierto cómo hacerla funcionar, pero si os lo cuento tendría que mataros). Como os decía antes, nuestro primer viaje debió ser por el 1808 (no elegimos la fecha, el destino se encarga de llevarnos al sitio donde se nos requiere). En cuanto llegamos nos dispusimos a zamparnos unos callos bien ricos. Mi memoria no es la que era, por lo que puede que falle en algunos de mis comentarios. Creo recordar que los franchutes estaban de vacaciones en Madrid, dirigidos por un tal Pepe Botella. Ese sobrenombre nos hizo tanta gracia que se nos escapó un chiste sobre él en un bar de la zona, lo que indignó a varios franceses que estaban allí. Como podéis intuir la cosa terminó en ostias, y sin quererlo ni beberlo se lio parda al final por todo Madrid. No os podéis imaginar la que se lió en un momentito.
Bueno, cambiando de tema, voy a hablaros de la peli que nos vimos ayer, que me distraigo en mis historietas y al final no digo nada de lo que vengo a contar. Recomiendo encarecidamente verse le película sin tener ni pajolera idea de qué va, porque así de este modo mantendremos el factor sorpresa intacto y hará buen efecto en el transcurso del film. Amber, una joven cansada de vivir en su pueblo, decide cambiar de aires y alquila un piso en la ciudad de Chicago con intenciones de mejorar su actual vida. Para ello convoca a todos sus amigos para que la acompañen en el viaje a la que será el comienzo de su nueva vida. Durante el viaje la furgoneta que llevan se avería, por lo que se obligan a pedir ayuda. Debido a que el llegar apremia a nuestros amiguetes, ya que Amber podría perder el piso de alquiler si no llega ese mismo día, no se lo piensan mucho a la hora de aceptar la ayuda de un amable camionero. Lo que se presupone como un viaje a la ciudad disfrutando del alcohol y las drogas termina en tragedia, ya que el destino de ese camión no será Chicago, si un sitio bastante peor.
El comienzo de la película es bastante bueno, ya que aún sabiendo que tarde o temprano la fiesta que llevan en el cuerpo los jóvenes adolescentes se verá truncado por alguna movida, consigue mantener la tensión del espectador intentando saber donde demonios va el camión y qué les espera allí. Como es de suponer, en el lugar donde terminan se forma una escabechina seria que provocará la muerte de algunos de los chavales, y es aquí donde se encuentra uno de los fallos más importantes de la película, ya que la mayoría de ellos mueren muy rápido. Sólo quedarán un pocos de ellos que irán muriendo poco a poco en una ya interminable sucesión de sustos baratos y previsibles con la única intención de alargar el metraje un rato y rellenar cinta. De hecho, la película se alarga en demasía, con algunas cosas incoherentes de por medio, que harán que el espectador pierda la emoción conseguida durante la primera media hora muy rápidamente.
En definitiva, una peli para ver si no tienes otra cosa que hacer y quieres pasártelo bien viendo algo de sangre gratuita. No esperes una peli de grandes sustos (quizás tiene un par aceptables), ni de acción trepidante, ya que se nota claramente que es un largometraje con poco presupuesto y a veces da la sensación de chunguedaz. La interpretación de los actores tampoco es muy a destacar, por lo que no nos queda mucho más que salvar del film, salvo como hemos comentado antes, los primeros 30 minutos que atrapan al espectador frente al televisor. Lo malo es que estos minutos pueden convertirse en un pufo si por casualidad lees algo sobre el destino de los chavales antes de ver la película.