Serpientes en el Avión

Que no hayamos hablado de esta peli en este blog tiene delito. Si hay una cosa que nos caracteriza en esta casa es que somos capaces de tragarnos cualquier mierda (incluso comestible) que se nos ponga por delante y es extraño que nunca hayamos comentado esta película protagonizada por Samuel «Estoy hasta los cojones» Jackson. De hecho es extraño que desde su estreno, allá por el 2006, no la hayamos visto, ni siquiera en los fatídicos Lunes Molones de marras.

Pues el viernes de la semana pasada dio la casualidad de que en una de esas semanas de curro infinito y que uno está hasta tan los cojones de currele que sólo desea llegar a casa para tumbarse a la bartola, me dispuse a ver qué echaban en la tele mientras me zampaba un Kebab del puesto de abajo de casa. Qué maja fue la sorpresa cuando en La 1 echaban Serpientes en el Avión. Cojonudo, pensé, peli friki y sin anuncios. Con los morros llenos de salsa de yogurt me dispuse a pasar la noche sin pena ni gloria.

El argumento de Serpientes en el Avión es, ante todo, pintoresco. Sean Jones, un chavalote que se encuentra de vacaciones en Hawai, presencia de manera accidental un asesinato perpetrado por el famoso gangster Eddie Kim. Cuando Sean decide testificar contra Kim será enviado a Los Ángeles escoltado por el miembro del FBI Neville Flynn, interpretado por nuestro amigo Samuel L. Jackson. Lo que no se esperan los tripulantes (nosotros sí, claro, porque sabemos de qué va el tema) es que Kim les tendrá preparada una escalofriante sorpresa: ha petado el avión con chopecientas especies de serpientes venenosas.

Ya te daré lo tuyo, rubia.

Aún recuerdo el revuelo inicial que ocasionó Serpientes en el Avióncuando se supo de su rodaje. Los frikis por toda la red de redes se volvieron locos por este argumento (sí, hay gente así de impresionable) y mucho más cuando se supo que Jackson encarnaría el papel protagonista. Los productores, viendo la expectación creada en Internet, decidieron escuchar a los espectadores y tomar nota de sus recomendaciones, haciendo algunos cambios de guión que, en su opinión, mejoraron el metraje. Cierto es que al parecer su estreno no supuso mucha taquilla y que palmaron bastante pasta, pero a mi, en particular, me ha hecho pasar un buen rato.

Sí doctor, me estoy agarrando fuerte la serpiente…

Si tenemos claro lo que vamos a ver en la pantalla es difícil que Serpientes en el Avión decepcione, sobre todo teniendo en cuenta que es una película de bajo presupuesto (y creo que todo se lo llevó Jackson). Está claro que no se espera un peliculón de la leche, ni acción a raudales debido a lo estrecho del escenario, ni siquiera giros en el guión que nos toquen la patata y que es más que posible que olvidemos haberla visto al día siguiente. Si a todo esto le añadimos que los diálogos y los personajes rozan lo absurdo, nos encontramos con una mezcla peligrosa que hacen de Serpientes en el Avión una peli mediocre pero que considero que cumple en su mayor propósito: entretener. Se le podría echar en cara que podrían haber sacado más jugo a los ofidios dado que representan un temor innato en muchas personas, por lo que habría sido de agradecer alguna que otra escena donde los bichos nos pusieran la carne de gallina. Quizás es que hoy estoy cansado y he bajado mucho el listón, pero a mi me ha dado lo que esperaba. Y qué narices, la frase «Estoy hasta los cojones de que viajen tantas serpientes gratis en el avión» quedará como un hito dentro del cine de este género, a la altura de frase célebres como «Tanto gilipollas y tan pocas balas» o «Hail to the King, Baby«. O quizás me está afectando la falta de sueño y las altas horas a las que estoy escribiendo esto. Como última nota recalcar que podremos ver a la guapísima Elsa Patakyrealizando el papel de su vida. Me he quedado emocionado cuando la he visto hablar.

A más de uno le gustaría rozar su serpiente contra la Pataky

 

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