A fighting man

boxeo_logoVale bueno, para hombre que lucha uno de nuestros más afamados redactores, que cada vez que llega el domingo (día de ducha aquí en la sede del blog) y nos toca meterle debajo del grifo empieza a soltar ostias al aire con un puño americano puesto para que no nos acerquemos mientras nos increpa diciéndonos ‘no me toquéis cabrones’. Pero gracias a los dioses hoy no vamos a hablar sobre este puto guarrazo, sino sobre un film que he tenido el gustazo de ver recientemente y que me ha molado, qué coño…

Es curioso el hecho de que yo sea un jodío mierdecilla pacífico al que si levantas la voz me pongo a hacer pucheritos, pero luego me molan mazo las pelis de ostiazas como panes. Y es que aquí donde me tenéis me lo he pasado cojonudamente viendo pelis como la saga enterita de Rocky, Cinderella Man, Invicto y otros films del género en el que dos contrincantes se enzarzan a ostias hasta dejarse el careto como un puto cromo. Así que cuando el otro día me topé con esta cinta no pude menos que jugármela y echarla un vistazo, sobre todo por el hecho de que salían un montón de rostros bastantes conocidos.

Rocky Balboa regresa en «Creed»

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Aparte de una vecina un poco ligera de cascos que se come la tía los huevos con un ansia acojonante (y no precisamente los fritos), también conocemos a un chaval tan flipaete con la saga de pelis de Rocky que por las mañanas se desayuna un par de yemas de huevo crudas. La verdad es que hay que reconocer que estas pelis molan, pues quién no se ha flipado alguna vez subiendo unas escaleras y se ha puesto a dar saltos al llegar a la cumbre. Pues bien, si tú también disfrutaste en su día con estas pelis y te quedaste con ganas de más os diremos que Rocky Balboa vuelve, aunque ya no precisamente para repartir ostias, sino como entrenador…

Acero puro

La verdad es que cuando escuché por primera vez el  título de este film me recordó la época en la que jugaba con mis coleguillas al fútbol-sala en la liga municipal de mi localidad, pues nos dejaban muchas veces a cero puro (y duro). Sin embargo, poco tiempo después me enteré de que se trataba del último film protagonizado por el bueno de Hugh Jackman, ese buen mozo al que las tías admiran porque está cachitas y macizorro y a los tíos nos cae bien por ser Lobezno.

Además este largometraje me atraía también por su temática pugilística, pues desde hace ya algunos meses me he viciado en Marca TV con el programa de Boxeo de Leyenda y hay que reconocer que en algunos de los combates que ponen se ven unas pedazo de hostias con las que uno se pregunta cómo esa gente no se arranca la cabeza con las cacho de «guantás» que se pegan. Así que como me llamó la atención esta idea de robots boxeadores, qué menos que jugársela a ver qué se cocía en el film y comprobar si la cosa prometía…