Leyenda del Puño: El retorno de Chen Zhen

Hace unas pocas semanas nuestro redactor Kiko se acordaba de mis muertos «pisoteaos» ante el hecho de que basta que no le guste el Supes para que yo coja y le ponga pelis del ilustre kryptoniano los lunes en los que me toca a mí elegir largometraje para nuestras clásicas reuniones frikis de ese día de la semana. Pues bien, hoy me gustaría decir a mí que basta que yo me pase por el ojete las películas de chinacos para que coja este tío y venga a tocarme un poco los cojones con una de ellas (y que encima luego tenga que hacer una reseña).

Bueno, vale que los chinos están ahora de moda con lo del «caso emperador» ese,  pero ello no es motivo para que me pongan una peli de este jaez a sangre fría. Además que este muchacho me la quería vender diciéndome que el trailer estaba plagado de hostias a tutiplén, con más cucamonas y piruetas que las de un mico que se ha tomado un tripi. Pero vamos, yo no sé qué puto trailer le «vendieron» a este chavalín que le debieron de poner las 4 escenas mal contadas de hostias que tiene el film y el muchacho se flipó…

MAX: Maestro de Kung Fu

Hace unos pocos años el sello MAX de Marvel para lectores adultos era un filonaco en el que proliferaban personajes de segunda fila de la editorial. Uno de ellos es el conocido como Shang-Chi, no el ex-central del Real Madrid, sino el personaje creado en los años 70 de la mano de Steve Englehart y Jim Starlin. Y es que esa fue una década fructífera no sólo para este personaje, sino también para otros tales como Puño de Hierro o Los Hijos del Tigre, pues aquella era una época en la que estaban de moda las películas orientales de Kung fu (sobre todo las de Bruce Lee) y la famosa serie de David Carradine. Además hubo una proliferación de la filosofia oriental, del Tai Chi, del budismo y de las academias de artes marciales.

Como es de suponer, Marvel se acopló a aquella moda y de ahí la creación de todos esos mencionados personajes. Pero vamos a centrarnos en la figura de Shang-Chi y sobre todo en la etapa de Moench y Gulacy, que fueron el equipo artísitico que hicieron grande al personaje. El caso es que 30 años después esta dupla se volvió a reunir para traernos esta nueva aventura de Chi.

Green hornet

Antes de haber visto esta película, mis conocimientos sobre Green Hornet eran bastante pírricos. La única noción que tenía era la de aquella antigua serie de televisión de los años 60 en la que salía Bruce Lee (que por cierto, hay un pequeño guiño hacia él en la película). Además este escaso bagaje me sonaba solamente de oídas, porque en la vida he visto ningún episodio de la mencionada serie. Así que cuando estrenaron esta película me llamaba la atención para conocer un poco más al personaje. Aunque he de reconocer que el subconsciente me tiraba un poco para atrás, debido al parecido del «Avispón Verde» con el protagonista de aquel pufo titulado The Spirit, y francamente todo lo que pueda recordarme a ese film me dan ganas de sacar un crucifijo y entonar la frase de «vade retro, Satanás».

Sin embargo, Green Hornet no es ni mucho menos tan mala como aquella, pues sin ser un peliculón al menos no te queda la rara sensación de que lo que acabas de ver te ha quitado años de vida (pues realmente a mí The Spirit me quitó un par de ellos, y encima me dejó tan tocado que me provocó que saliera de la sala «haciendo eses»).