Tokyo Gore Police

Si digo que Ruka es una cazadora de Ingenieros, alguno pensará que con esto de la crisis cada uno se busca la vida como puede. Pues sí, la vida está muy mal, pero en esta ocasión estoy hablando de una película nipona donde se reparten más tajos que cuando el gran Karlos Arguiñano corta cebolla en sus programas de cocina.

Estos Japos son unos cachondos, comienza esta película con flores y bonitos globos de colores, un policía saludando en plan anuncio de Colgate y plash. Claro, es que la cosa va de Gore y de Police. La cuestión no es si es buena o mala la película, sino que aquí lo que te preguntas es si la puedes aguantar sentado, sin moverte ni un ápice de la silla y sin sacar el desayuno. Así que como mucha gente a veces nos para por la calle y nos echan en cara que nunca hablamos sobre este tipo de cine de un escalafón más friki y por encima de la media, hoy queremos reseñar este título que a más de uno dejará inquieto…

Black Mirror

Hace unos días estábamos los muchachos de Vas Tú Listo sumidos en la escritura de nuestros respectivos posts  aquí en la sede del blog cuando de pronto nuestro redactor Kiko interrumpió ese silencio sepulcral poniéndose de pie y diciendo: «¿Chavales, a qué no sabéis cuáles son los ganchitos favoritos de un gay?». Nos quedamos todos acojonados con cara de póker diciéndole que no con la cabeza, cuando de pronto va y responde: «Pues los Julan-Drakis». Tras mandarlo a tomar por culo como bien merecía la ocasión, yo seguí confeccionando mi post de hoy, con el cual os quiero recomendar una inquietante serie que ha sido una de las grandes sorpresas del año pasado, y que lleva por título Black Mirror.

La picadura de la cobra gay

Iba yo el otro día andando por la calle así muy chulín… Bueno, a este respecto y antes de continuar diré que andando por la calle voy con una chulería tal, que la gente hasta sin conocerme de nada me saludan y me dicen: «¡Hey, hasta luego chulo». A lo que yo les respondo: «¡Hey figura, adióssss!». Es lo que tiene andar con chulería, que te puedes permitir estas licencias. El caso es que iba yo de camino a casa, y de pronto veo sentados en los bancos del barrio a un grupo de chavalitos cantando la canción de «La picadura de la cobra gay». Claro, mi primera reacción fue pensar: «¡Joder estos chavalitos de hoy día están gilipollas, no me jodas!». Pero oye, que fue llegar a casa, sentarme en el sofá y empezar a notar que en mi mente resonaba esa curiosa tonadilla.

Happy Tree Friends

Reconozco que Bob Esponja me mola, pero si hay unos dibujos con los que personalmente me parto el ojete cosa mala, esos son los Happy Tree Friends. Me pregunto la cantidad de padres que habrán provocado un trauma a sus hijos por su desconocimiento sobre esta serie, cuando zapeando vieran que en la tele salían estos entrañables muñequitos y llamaran a sus retoños para que se sentaran a ver los dibujitos. Muchos criajos se habrán quedado pseudo-catatónicos por el hecho de ver un simple episodio de los Happy Tree Friends, espoleados por la ignorancia de sus padres ante esta serie. Y es que no os fiéis nunca de las apariencias porque aunque parezcan animalitos tiernos y achuchables son muy cabronazos.