Masks

masks_logoBien es cierto que los putos caretos de los muchachos de este humilde blog recién levantaos no tienen nada que envidiar a las máscaras más chungas de las que hacen gala algunos flipaos en Halloween. Pero bueno, en cuanto nos hagamos ese pedazo de lifting guapo que tenemos pensado aplicar sobre nuestros jetos en breve, estamos seguros de que vamos a quedar tan molones que podremos presentar candidatura a ser la próxima reina del verano.

Pero las máscaras de las que queremos hablar hoy no tienen nada que ver con jetos acojonantes, sino que se trata de cierta novedad comiquera que nos trajeron los muchachos de Aleta Ediciones hace unas pocas semanas y a la cual yo tenía unas ganitas locas no sólo por lo inquietante de su portada, sino sobre todo por el hecho de ver el nombre del grandísimo Alex Ross en la misma. Y si algo me olía es que el bueno de Ross seguramente pintaría cuatro viñetas el tío y luego se haría cargo de las portaditas, cosa que sin ser el puto Perry Mason pude comprobar tal y como barruntaba yo en mis pesquisas…

Y lo primero que merece la pena decir sobre Masks es que este tomo recoge la miniserie completa de ocho números creada por Chris Roberson, Alex Ross y Dennis Calero. Su argumento se ambienta allá por el año 1938, un momento en el que los vigilantes enmascarados operaban al margen de la ley, trabajando de forma independiente y llevando el miedo a los corazones de los malvados. Pero cuando los corruptos políticos del Partido de la Justicia transforman Nueva York en un estado fascista regido por hampones y cuando un régimen opresivo permite que fuerzas de choque encarcelen y extorsionen a quien ellos desean, la justicia deberá ser impartida por esos fuera de la ley como la Sombra, el Avispón Verde, Kato, The Spider, el Zorro, el Lama Verde, Miss Fury y Black Bat, entre otros…

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En invierno una bufandita nunca sobra

A decir verdad, creo que este cómic me ha recordado un poco al titulado Proyecto Marvels, cuya principal función era la de revisar toda la época dorada del Universo Marvel, ambientado también hacia finales de la década de los 30, cuando Europa se encontraba sumida en un ambiente tenso previo a la II Guerra Mundial y poco a poco iban surgiendo los primeros enmascarados en las calles de las grandes ciudades. Al igual que ocurre en este cómic de Masks, es un momento en el que las leyes no son justas y los inocentes son oprimidos por políticos ansiosos de poder o banqueros corruptos (más o menos como hoy en día, vaya)…

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Porque a veces las cosas se arreglan a ostias

De esta forma, en este tomo que nos ocupa en la reseña de hoy veremos cómo todos esos personajes mencionados más arriba tendrán que hacer frente a un estado opresivo y dictatorial que abusa de sus gentes imponiéndoles todo tipo de impuestos y encarcelando o aglutinando en campos de trabajo a todos los que no se doblegan ante él. Todo ello da pie a una historia de corte muy maniqueísta en el que los malos son tiránicos y corruptos hasta la médula y los buenos tienen como principal objetivo impartir orden y justicia en cualquier rincón de la ciudad por recóndito que sea. Y muchos de ellos se consideran a sí mismos como jueces, jurados y verdugos de todo aquel que quiera hacer un uso abusivo de las leyes para su propio beneficio (bueno lo de verdugo es un decir, pues la mayoría de ellos son enmascarados con un concepto muy «a lo Daredevil» de que los malvados han de pagar por sus fechorías con un  juicio justo y todas esas mariconadas, pero no matándoles a sangre fría).

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Al corro de la patata

Pero si tuviera que encontrar un punto negativo a este tomo no es otro que el pufo que nos meten con el nombre de Alex Ross en la portada, pues hay que reconocer que cuando empiezas a leer el primer número dibujado por este tío los ojos te hacen chiribitas de lo bueno que es y cuyo estilo queda además de perlas para un cómic de estas características. Pero claro, cuando ves que en los siguientes números te pegan el cambiazo por el dibujante Dennis Calero, pues te acuerdas de los muertos pisoteaos de alguien. Y ojo, que no estoy diciendo que Calero sea malo, pero es que cuando acabas de degustar hace unos instantes el arte de Alex Ross, cualquier otro tío que te pongan te va a parecer un mindundi de cojones.

Ostias en 3. 2, 1...

Ostias en 3. 2, 1…

En definitiva, Masks es un cómic de toques muy pulp la mar de entretenido y apto para pasar el rato tan ricamente con una historia autoconclusiva repleta de personajes de la vieja escuela. Así que si te van esas historias o argumentos en las que los buenos son muy buenos y combaten encarnizadamente a un villano enmascarado que simboliza la opresión y la tiranía, no estaría mal que lo echaras un vistazo para pasar la tarde como un campeón…

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