THE AUTHORITY PRIME

Tengo que reconocer que cuando hice mi lista de la compra de este mes incluí este tomo, pero lo hice un tanto renqueante ya que desde que leí la etapa de Millar/Hitch en esta serie creo que ya hay pocas cosas novedosas con las que se puedan sorprender (aunque la etapa de Brubaker en Authority revolution también me dejó un buen sabor de boca). Incluso el viernes en la tienda volví a renquear sobre si llevármelo o no, ya que el comic de Warren Ellis titulado BlackGas también me llamaba mucho la atención. Pero al final movido por mi reencuentro que he tenido estos últimos meses con el sello editorial Wildstorm, me decidí a hacerme con él y tras la lectura de ayer por la tarde me alegro de haberlo hecho. El comic viene a ser un crossover entre The Authority y otro grupo bastante conocido de este sello editorial llamado Stormwatch Prime. Creo que ya hablé hace unos días en un post anterior sobre lo peculiares que son los personajes de este sello editorial, ya que los llamados superhéroes son temidos por las personas, debido a su naturaleza hiperviolenta.
Se trata de personajes malhablados, violentos, juerguistas y se llevan mal entre ellos, pero no dudan en trabajar en equipo cuando se presenta una amenaza. Como se ha dicho antes, el comic presenta la sempiterna estructura de este tipo de crossover (dos grupos de superhéroes se pelean entre ellos debido a un malentendido o un choque de opiniones, para luego tener que aliarse para combatir una amenaza mayor). De todas formas en este crossover el enfrentamiento entre ambos se veía venir, ya que además de viejas rencillas y cosas que echarse en cara entre antiguos compañeros, se une la postura tan peculiar de cada grupo. Esto significa que Stormwatch Prime es un grupo que trabaja para el «tío Sam» y en definitiva debe rendir cuentas de su forma de actuar ante el gobierno de los EEUU. En cambio The Authority es algo así como un grupo independiente que no rinde cuentas a nadie y cuya forma de actuar viene motivada por lo que ellos consideran lo más correcto y mejor para el bien común (por todo ello hay quienes ven en su forma de actuar una ideología entre lo dictatorial y lo «hippie» ya que hacen lo que les sale de los cojones sin dar nunca explicaciones de sus actos, pero siempre motivados por lo que ellos creen que es mejor para la humanidad).
Tengo que decir que desde que abrí la primera página del comic me alegró ver a viejos personajes de Stormwatch tales como Diva, Fuji, Winter, Hellstrike, Farenheit, Cannon, étc…, y no pude evitar acordarme de la época en la que empecé a conocer los comics de la editorial Image allá por el año 1995/96 gracias a los primeros números de esta colección (a pesar de lo criticados que fueron aquellos comic a nivel argumental, yo guardo un grato recuerdo de ellos, e incluso aún los conservo como nuevos, ya que los llevé a encuadernar a la tienda de mi barrio en tapa dura). Volviendo al comic que nos ocupa, tengo que reconocer que me ha encantado lo que hace el guionista Christos Gage con todos estos personajes, ya que el 80% del comic son todo hostias y acción de la buena, pero lo hace de una forma tan cojonuda que no llega a cansar en ningún momento. Además sabe dotar a todos estos personajes de esa forma chulesca y malhablada típica de estos personajes, incluso tengo que reconocer que algunas de las expresiones que usan son tan sumamente chabacanas que esbocé una sonrisa en algún momento que otro. Pero sobre todo lo que el comic deja claro es lo cabronazo que puede llegar a ser el personaje de Henry Bendix (el que haya leído un poco de Stormwatch sabrá a lo que me refiero) ya que hasta después de muerto sigue puteando y dando por culo hasta extremos insospechados.

Mención especial para el dibujo de Darick Robertson con su peculiar estilo, que entre lo bestial de algunos momentos del comic y entre las expresiones de todos esos personajes malhablados, hubo ciertos momentos que me parecía que estaba leyendo The boys. Ya comenté de este dibujante en su día que su estilo es simplemente acojonante, con esa mezcla entre detallismo y un toque caricaturesco y ridiculizador cuando la ocasión lo merece (tengo que reconocer que está hoy por hoy entre mis favoritos y creo que llegaría hasta el extremo de comprarme un comic solo por su dibujo, pasándome por el forramen si el guión es bueno o malo). Así que yo personalmente recomiendo este comic, ya que si a nivel argumental son todo golpazos entre tíos duros y palabrotas, me ha gustado especialmente cómo está hecho de forma que resulta divertido e impactante, y sobre todo porque queda patente que con una buena estrategia se puede plantar cara en un enfrentamiento equilibrado a estos tipos hiperpoderosos de The Authority.

Un triste comentario

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