Furious: Estrella caída

furious_logoSi pensabais que no hay nadie como el gran Bruce Banner a la hora de ponerse de muy mala ostia, eso es porque no habéis visto a nuestro querido redactor Kiko cada vez que jugamos al Fifa y nos mandan a tomar por culo de la Champions en primera ronda. Yo puedo decir que lo he visto en directo y acojona verle ponerse rojo, coger el dvd del Fifa y amenazar con meter el rabo dentro del agujero del disco para (cito textualmente) «partirlo y dejar de jugar de una vez a esta puta mierda de videojuego».

Es por ello que cuando vi por primera vez el título de este cómic no pude menos que acordarme de aquel momentazo y empezar a partirme el ojete. Además su portada resulta llamativa con una gachí poniendo cara de tía loca y dando de ostias a alguien ahí con mala leche. Y es que, mis queridos amiguitos, Furious es un cómic que nos traen esa simpática muchachada de Aleta ediciones, el cual salió a la venta hace unas poquitas semanas y que sin tener ni zorra sobre él me lo pillé en plan torero para ver si me sorprendían gratamente las andanzas de la rubia esa de los lupos. Y tras haberlo leído tengo que reconocer que no ha sido una mala compra…

Furious es un cómic que tiene mucho que decir al respecto sobre esta época en la que vivimos de infinitos programas gilipollescos de cotilleos sobre famosos, canales de televisión emitiendo las veinticuatro horas del día, constante cobertura de los medios de comunicación y la falta de intimidad que ello conlleva. Y es que la vida no es fácil para aquellos que viven ante el público, especialmente cuando eres Furious, la primera superheroína del mundo.

Somanta de ostias

Somanta de ostias

Este tomo recoge los cinco primeros números de la edición USA, con un argumento que nos plantea la premisa de lo que ocurriría si una mujer con superpoderes apareciera de repente en una sociedad como la actual y la manera en la que los medios podrían encumbrarla o precipitar su caída. Y es que no basta con que seas una persona con buenas intenciones tratando de marcar la diferencia, pues como metas la pata una sola vez y haya una cámara de por medio grabando ese momento estás jodidísimo.

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«¡Volareeee, oh, oh!»

Y algo muy parecido a lo comentado es lo que le ocurrirá a nuestra simpática protagonista, una superheroína con buenas intenciones, pero que a veces en su afán de impartir justicia se deja llevar por la rabia y de ahí que su verdadero nombre de La señal (que suena rebonito) sea cambiado por los medios por el de Furious. De ello se deriva lo que es la premisa principal de este cómic: la manipulación que dichos medios hacen de todo, tal y como les parece, y a su libre antojo. Ni que decir tiene que todo esto creerá opiniones contrastadas entre la gente, pues por una parte están los que no se fían de esta superheroína ni de sus repentinos ataques de rabia a la hora de despachar criminales y quienes la ven como una protectora en la que sí se puede confiar a pesar de esa mano dura de la que hace gala en ciertas ocasiones.

Furious en plan locaza

Furious en plan locaza

Y para entender mejor el comportamiento de nuestra protagonista y todo lo que pasa por su cabeza, se recurre a lo largo del argumento al recurso del flashback, con el que queda patente la idea de que cuando uno cae en desgracia hay dos opciones: o levantar cabeza o dejarte absorber por tu propia mierda y acabar enterrado en lo más hondo. ¿Y qué es lo que decidirá hacer esta muchacha?, os preguntaréis muchos (pues os leéis el tomo y os enteráis, coñe)…

"¡Qué te pego, lecheee!"

«¡Qué te pego, lecheee!»

En definitiva, Furious es un cómic bastante decente, con un ritmo entretenido, que le hace reflexionar a uno sobre esta sociedad de medios en la que vivimos y en cómo estos pueden influir en la opinión de la gente. Aunque bueno, si uno está dispuesto a encontrar su propia redención y la expiación de sus pecados siempre puede conseguirlo si se lo propone, independientemente de lo que opinen los demás. Por cierto, buen dibujo de Víctor Santos con ese estilo suyo muy cartoon y sencillito pero molón.

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