
Sin duda alguna, lo mejor son esas misiones principales, en las que hasta lo que llevo jugado se centran en 3 personajes: el Marshall Johnson, la ranchera Bonnie McFarlane, y el viejo timador Nigel West Dickens. De esta forma, el tipo de misiones con el primer personaje consistirán en dar caza a bandidos y forajidos que aterrorizan al pueblo de Armadillo. Las misiones con la ranchera Bonnie se basan en labores de cuidado y mantenimiento de la seguridad del rancho, y las que tienen que ver con el viejo Nigel se centran en ejercer labores de habilidad y destreza. Como podéis ver, la variedad de misiones a realizar son de lo más variadas, por lo que a medida que vamos avanzando en la trama principal y conocemos a nuevos personajes, el tipo de misiones a realizar va aumentando, por lo que es imposible aburrirse con este juego o que llegue a ser repetitivo.
Y es que en el juego todo está hecho de forma extraordinaria, ya no sólo a nivel de hilo argumental y de personajes principales o secundarios, sino que a nivel de gráficos y movimientos de los personajes (mención especial a los caballos) es una pasada, por no hablar de esos magníficos escenarios y paisajes que son una delicia visual. Pero sin duda alguna, lo mejor es que el juego «está vivo»: puedes ir dando un paseo por el campo y siempre te encontrarás con algo, ya sean animales (que puedes cazar), personas dando una vuelta a caballo, gente que necesita ayuda o simplemente a alguien que ha dejado su caballo parado y se ha bajado a echar un meo. También si pasamos por la ciudad veremos a gente jugando en el salón, zorras coqueteando con clientes, personajes hablando entre ellos o trifulcas callejeras que podremos sofocar.
En definitiva, este juego es un imprescindible que entra dentro de la categoría de «must have» y que todo buen jugón debería disfrutar. Si en su día te gustó GTA IV y además te atrae (aunque sea mínimamente) el mundo del salvaje oeste, jugar a Red Dead Redemption es una experiencia que debes disfrutar como algo casi obligado (yo ya me froto las manos esperando jugar con el Kikales al DLC que tiene modo cooperativo, y sobre todo a la expansión de Undead Nightmare para reventar zombies en el salvaje oeste.
Y es que en el juego todo está hecho de forma extraordinaria, ya no sólo a nivel de hilo argumental y de personajes principales o secundarios, sino que a nivel de gráficos y movimientos de los personajes (mención especial a los caballos) es una pasada, por no hablar de esos magníficos escenarios y paisajes que son una delicia visual. Pero sin duda alguna, lo mejor es que el juego «está vivo»: puedes ir dando un paseo por el campo y siempre te encontrarás con algo, ya sean animales (que puedes cazar), personas dando una vuelta a caballo, gente que necesita ayuda o simplemente a alguien que ha dejado su caballo parado y se ha bajado a echar un meo. También si pasamos por la ciudad veremos a gente jugando en el salón, zorras coqueteando con clientes, personajes hablando entre ellos o trifulcas callejeras que podremos sofocar.
En definitiva, este juego es un imprescindible que entra dentro de la categoría de «must have» y que todo buen jugón debería disfrutar. Si en su día te gustó GTA IV y además te atrae (aunque sea mínimamente) el mundo del salvaje oeste, jugar a Red Dead Redemption es una experiencia que debes disfrutar como algo casi obligado (yo ya me froto las manos esperando jugar con el Kikales al DLC que tiene modo cooperativo, y sobre todo a la expansión de Undead Nightmare para reventar zombies en el salvaje oeste.