INVASIÓN SECRETA: 4F

Hace ya una semanas dediqué un post enterito al nuevo crossover de Marvel comics titulado Invasión secreta. Todo aquel que le haya echado valor y se haya leído esa parrafada, recordará que mis impresiones sobre esa saga eran bastante positivas, sobre todo los números que componen el núcleo o serie central de toda esta invasión a gran escala. Como en todo crossover que se precie, siempre vamos a encontrar que esa historia central afecta a la mayoría de los distintos títulos de Marvel, cuyos protagonistas de tales colecciones se verán involucrados en mayor o menor medida ante los hechos que se nos narran. Este comic al cual dedico el post, nos viene a contar cómo afecta esta invasión de la raza de los Skrull a la familia más famosa de Marvel, y en él se desarollarán los hechos que se tocaron un poco de pasada en el nº1 de la serie central (concretamente la desaparición del edificio Baxter, llevándose por medio a Ben, Johnny y los pequeños Franklin y Valeria). El guionista de la historia no es otro que Roberto Aguirre-Sacasa, a quien ya pudimos ver haciendo sus pinitos con estos personajes en la serie titulada Marvel Knights: 4
(de la que ya hablé en su día como una colección que a mí personalmente me pareció bastante decente, no sólo por los argumentos de este guionista sino también por el dibujo de Steve Mcniven). Por tanto, en este número lo que más va a destacar es la vuelta de un personaje muy ligado al pasado del grupo (y muy relacionado con los Skrulls), que resulta ser el causante del traslado de parte del edificio Baxter a la Zona Negativa.
Aunque me he encontrado en alguna que otra reseña comentarios sobre este comic que lo tachan como un relato bastante prescindible, a mí personalmente me ha parecido una historia muy entretenida de leer, principalmente por la interacción entre Johnny y la skrull llamada Lyja. Se trata de una «aventura espacial» en la que Johnny y Ben tendrán que ingeniárselas para poder volver a la Tierra y salvar la situación tan crítica en la que se encuentran (me han gustado sobre todo esos guiños que hay en ciertos momentos del comic a la película de Stephen King titulada La Niebla). Comentaré para acabar que los lápices corren a cargo de Barry Kitson, un dibujante de trazo sencillo que siempre resulta una delicia poder deleitarse con un comic dibujado por él. ¡Ah!, se me olvidaba comentar que las portadas están hechas por el siempre genial Alan Davis, lo cual ese simple hecho es ya una razón para hacerse con este comic independientemente de su argumento.

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