Juan de los muertos

Como grandes fans que somos en este blog de la expresión: «¡Mecagüen tus muertos», ni que decir tiene que la primera vez que escuchamos el título de este film nos hizo gracia por el hecho de venirnos a la cabeza esa exclamación que tanto solemos usar. Si a esto le unes que fue uno de los films que se presentó en ese festival que tanto admiramos como es el de Sitges y encima le añades una temática zombie, pues era de suponer que tardáramos menos en visionarlo que lo que duran unas Lays vinagretas en una convención de gordacos.

Pero lo que nos resultó más llamativo es el hecho de que la película sea cubana, porque a nosotros de aquellos lares sólo nos llama la atención el arroz y la inquietante práctica «pornochachil» que lleva ese mismo nombre. Aunque bueno, ahora que lo pienso, recuerdo haber visto hace ya el film titulado Habana Blues, que siendo de esa misma nacionalidad no me desagradó nada de nada. ¿Pero una peli cubana de zombies?. ¿Y encima con un protagonista de estrafalario pelaje?. Pues sí, nos la jugamos con un par…

Homefront

Ciertamente no me parece extraño que Kiko diga que soy un pufazo dándole a los juegos de deportes o a los que no sean de pegar tiros a lo niño loco estadounidense en su cole. Y es que desde un tiempo para acá sólo me dedico a jugar a shooters en 1ª persona, de los que hay que reconocer que son una buena terapia para quitarse el estrés del día, joe. Y mi última adquisición ha sido Homefront, un juego del que no había escuchado demasiadas buenas críticas, pero al final acabé pasándome por el forramen todos esos comentarios, me envalentoné como el que se pone delante de un morlaco de 500 kilos y me hice con él.

Y es que después de haberme pasado hace unos días el Medal of Honor me quedé con ganas de «shootear» todavía más debido al buen sabor de boca que me dejó el juego de EA. Y desde luego que he de reconocer que en estos momentos hay en el mercado juegos superiores a Homefront, pero yo me decanté por él por una razón muy simple y muy sencilla: su argumento.