Mini reseñas: Las pequeñas distancias

Desde que empecé a conocer las obras del autor Jim (creador de cómics tan variopintos como, por ejemplo, Helena o Una Noche en Roma), empecé a desarrollar cierto gustillo por ese tipo de argumentos de historias mundanas en plan «slice of life» donde lo que prima son las inquietudes y las vicisitudes de sus protagonistas con momentos que invitan a tomarte una reflexión sobre lo que estás leyendo. Así que movido por esta premisa le di una oportunidad a este tomo titulado Las Pequeñas Distancias, una obra muy sencilla a la par que curiosa.

Héléna

Helena_logoSi le dices a una persona poco atraída por el noveno arte que eres fan de Jim seguramemte pensará que te mola el gato cabrón aquel que puteaba a Pixie y Dixie. Pero no amiguitos, el Jim al cual me refiero yo no es otro que ese pedazo de autor que descubrí hace poco y que con obras tales como Noche en Roma, Un libro olvidado sobre un banco, ¿Dónde quedaron los buenos tiempos?, o incluso con este título al cual dedicamos la reseña hoy, se ha ganado un más que merecido hueco en el corazoncito de muchos lectores.

Creo que ya comenté hace tiempo que hace unos cuantos años descubrí que hay vida más allá del cómic americano y que dentro del noveno arte  hecho en nuestro bonito continente uno también puede encontrar obras que le hagan pasar un buen rato o incluso llegar a emocionarse. Y creo que, sin duda alguna,  todas y cada una de  las anteriormente mencionadas obras de este de autor uno las puede recomendar muy abiertamente tanto a ávidos lectores como a gente que no ha sostenido un solo cómic entre sus manitas en la puta vida (y a ser posible de treintañeros para arriba), pues los temas que va a tratar hará que muchas de esas personas se sientan bastante identificadas por alguna situación de las que nos narran.