Análisis: The Witcher

Si me dieran un euro por cada juego que tengo pendiente por jugar seguramente sería tan pringao de gastármelos en más juegos para incrementar la lista. Tengo una pila inacabable de cajas sin abrir y de juegos sin instalar desde que descubrí el chollazo de la importación y las descargas digitales con ofertas cojonudas en Steam y GOG.com. Además, desde que me dio el venazo de nuevo con los videojuegos me propuse jugarme algunos clásicos que dejé pasar en su día y claro, si no tengo suficiente con los juegos actuales encima compro juegos de hace unos añitos. Si es que uno no aprende.

Hace tiempo me hice con una joya dentro de los juegos de rol, y dado que hace poquito salió a la luz la segunda parte y todo el mundo habla genial de ella, pues me puse con ella (la segunda ya se verá para cuando). Estoy hablando de The Witcher, desarrollado por CD Projekt, pedazo de juego donde los haya y que ha ascendido hasta los primeros puestos de mis juegos más prefes de los últimos años. Ains, qué gustirrinín da jugar a estos juegos y no la penitencia que tenemos últimamente en Vas Tú Listo con los Lunes Molones.

Basado en la saga de libros del mismo nombre, escritos por el escritor polaco Andrzej Sapkowski, The Witcher nos presenta a Geralt de Rivia, un brujo que se gana la vida como cazador de monstruos. Los brujos son mutantes a los que se les provee de poderes y se les entrena desde niños para llevar a cabo la ardua misión de cascar seres malignos. Al principio del juego se verá cómo Geralt es trasladado inconsciente a uno de los pocos reductos de brujos, llamado Kaer Morhen. Aquejado de amnesia, Geralt no reconocerá a nadie de su alrededor, pero tendrá que fiarse de los que son como él. Poco después la fortificación es atacada por un grupo llamado La Salamandra, los cuales consiguen robar los secretos de los brujos: conjuros y recetas de pociones que éstos guardan con recelo. Será a partir de aquí donde Geralt emprenderá el camino para recuperar los tesoros robados y acabar con esa organización.

Geralt de Rivia, calentando el ambiente

La historia que se esconde detrás de The Witcher no es para nada la típica en la que el mundo está en peligro y un héroe desconocido consigue arreglar el tinglado. De hecho, aún situándose en un mundo de fantasía, los problemas que se nos presentan en el juego pueden ser fácilmente trasladados al mundo real. Intrigas políticas para conseguir poder, luchas entre razas, historias de amor, etc. Todo esto girará alrededor de la misión de Geralt y harán que nuestras decisiones en el juego tomen una importancia crucial en el desenlace de los hechos.

Y es que una de las cosas más molonas de The Witcher es que las elecciones que hagamos durante el juego tendrán consecuencias en su recta final. Y no me refiero a que cambien hechos poco transcendentales, si no que podremos cambiar el final del juego. Muchas veces el hecho de elegir nos pondrá en más de un aprieto, y otras ni siquiera sabremos que estamos cambiando nuestro futuro. Todo este sistema de decisiones hará que el jugador esté más comprometido con el argumento, se piense más de una vez sus actos y además favorece la rejugabilidad del título. SE ha jugado también con la reciente amnesia de Geralt, por lo que podremos moldear su carácter según nuestros actos según se desarrolle la trama.

Geralt odia a los calvos. Eso es así.

A diferencia de otros juegos de rol donde al comenzar la aventura tenemos un editor donde personalizar nuestro héroe a nuestro gusto, en The Witcher tomaremos el control de Geralt, tal como es, y poco a poco aumentaremos sus características según vayamos subiendo de nivel.

Como buen Action RPG nosotros controlaremos al personaje durante los combates. La forma de atacar no consiste en machacar botones como en otros juegos de la misma categoría, sino que en este caso tendremos que pulsar en el momento preciso para encadenar combos. Geralt podrá usar dos tipos de espadas, una de acero (para humanos) y otra de plata (para monstruos) y a su vez tres tipos distintos de estilo con cada una de ellas: rápido, fuerte y en grupo, escogiendo con cuidado cada uno de ellos acorde al enemigo al que nos vayamos a enfrentar.

Después de mucha cerveza, al río a vaciar...

Aparte del uso de espadas, Geralt puede usar Las Señales, que son poderes especiales de los brujos, tal y como si fueran conjuros. Durante la aventura iremos descubriendo la forma de usar distintos tipos de señales y de cómo potenciarlas, ya que nos serán de gran utilidad. Tomará gran importancia también la alquimia durante el juego. Los brujos son capaces de fabricar pociones, ungüentos y bombas que les otorgan poderes temporales, gracias a ingredientes que se consiguen con determinadas plantas y con algunas partes de las criaturas derrotadas. Gracias a pergaminos y libros de recetas podremos identificar los componentes con los que fabricar por nosotros mismos estos objetos que nos harán la vida más fácil.

Los escenarios están bastante bien recreados. Se ha hecho bastante hincapié en que las ciudades parezcan que estén vivas, gracias a pequeños detalles como que los ciudadanos andan por la calle, cuando llueve se esconden bajo los tejados para no mojarse, etc. Según vayamos creando fama nos reconocerán por la calle, las mujeres nos soltarán piropos o incluso otros mamones expresarán la repulsión que les genera nuestro aspecto. Se agradece también el aire adulto que se la ha dado al juego, con claras referencias a drogas, alcohol e incluso sexo, donde Geralt es el puto amo y se las pasa a todas por la piedra.

Ésta será la carta "sexual" más light que conseguiremos.

Pero no todo podía ser bueno en The Witcher. Adolece de algunos defectos que seguramente se habrán arreglado en su secuela. Se nota mucho el escaso número de modelos para los personajes secundarios, repitiéndose hasta la saciedad la misma cara para personajes distintos, lo que puede llegar a crear equivocaciones (no muy grandes, pero queda raro y feo). Además, las transiciones de las escenas cinematográficas se me han hecho muy bruscas a veces y las animaciones de los personajes (sobre todo cuando van un poco bebidos) son a menudo grotescas. Aún así, el juego en el tema gráfico luce de una forma magistral (teniendo en cuenta que he jugado a la versión Enhanced y tiene mejoras en este ámbito).

Por último, destacar la gran banda sonora del juego, que para mí es una de las mejores que he escuchado en los últimos tiempos. Tanto que se ha hecho un hueco entre las bandas sonoras que escucho muchas veces mientras curro. Si os compráis la versión Enhanced os viene regalada.

Como conclusión, para mi The Witcher se ha hecho un hueco en los mejores juegos de rol por méritos propios. Si te gusta este género no deberías perdértelo, ya que poco a poco va formándose un aire de culto a su alrededor que le hace un imprescindible. Yo ya estoy moviendo hilos para hacerme con la segunda parte.

6 comentarios

  1. ArgosCamacho dice:

    Ya sabes q

  2. ArgosCamacho dice:

    …que después del Neverwinter se terminaron los juegos de rol para mi…

    1. KiKo dice:

      Pues muy mal. The Witcher es un juego cojonudo, te lo recomiendo totalmente. Además, la versión UK está muy barata y lleva castellano consigo.

      Al menos si te gustó Neverwinter deberías probar Dragon Age, que es estilo Baldurs (no tan bueno claro). El 1 está bien, el 2 es un poco cagadilla.

  3. SrGrifter dice:

    Yo más que el rol prefiero el pizza rolling de Pizza Hut

  4. Xusso dice:

    Gran análisis Kiko! Tan bueno que me voy a poner a jugar al juego hoy mismo 🙂 Quería pillarme el 3 pero creo que voy a jugarme el 1 y el 2 antes.

    1. KiKo dice:

      Muchas gracias majete 🙂

      Ya nos contarás qué tal se te dan las aventuras de Geralt.

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