Capitán América: El hombre fuera del tiempo

La primera vez que leí esa apostilla de «el hombre fuera del tiempo» sin pisparme de que se refería a un cómic del Capi pensé que esto iba a tratar sobre cierto menda de mi barrio con sus pelos a lo Bee Gees y su camiseta del Real Madrid de Reny Picot. Lo cierto es que este tomo es una de esas compras con la que me la jugué plan torero echándola un vistazo por encima allí en la  tienda, pues he de confesar que el Capi en solitario nunca ha sido santo de mi devoción y siempre he sido más partidario de verle repartiendo hostias con los Vengadores.

Pero como digo, un rápido vistazo al cómic y ver el nombre de Mark Waid en la portada fue lo que me hizo decantarme por la compra de este tomo. Y es que este tío es gran conocedor del personaje gracias a su ardua labor en los guiones durante los años 90, por lo que tenía ganas de saber qué es lo que nos podía ofrecer en este tomo el bueno de Waid hoy por hoy. Y bueno, he de reconocer que si uno no es demasiado exigente se trata de un cómic que al menos se deja leer…

Imaginad que alguno de vosotros entrárais en un coma etílico de esos que os pilláis los sábados por la noche (pero en plan bestia), que os criogenizaran a lo Walt Disney y despertárais así como el que no quiere la cosa dentro de 70 años. ¿Cómo reaccionaríais ante todos los cambios y todas las cosas nuevas que han ido surgiendo sin haberos podido adaptar a ellos?. Seguramente los adolescentes serían igual de gilis y la tele seguiría siendo la misma puta mierda con más programas tipo Sálvame Deluxe, pero habría muchos otros cambios con respecto al presente. El caso es que esta reflexión viene a colación del hecho de que este cómic ahonda en todo ese tema de cómo demonios se puede adaptar una persona a una época a la que no pertenece, que en el caso del Capi no fue tarea fácil, siendo una reliquia de un tiempo mucho más inocente e idealista.

El Capi entrando a lo Arteche

Pero si hay algo que siempre ha caracterizado a este héroe es su instinto de superación y de sobreponerse ante cualquier adversidad, y el amoldarse a estos tiempos modernos fue algo que también tuvo que superar. De esta forma, Mark Waid desarrolla un guión que ahonda en toda esta idea, con un Capi atormentado por la muerte de Bucky y queriendo hacer lo posible para volver a su tiempo unos momentos previos a la muerte de este y poder salvarle (todo ello mientras trata de asimilar cómo narices ha acabado en una época a la que no pertenece).

Consecuencias de tomar mucha coca-cola por la noche

A lo largo de las páginas seremos partícipes de las vicisitudes de un Capi más desorientado que Dinio en la noche en ese proceso de asimilar el presente, asistiremos a algunos de sus primeros escarceos con los Vengatas y a una serie de hechos que contribuyeron en su adaptación a esta nueva época. Vamos que si alguna vez os habéis preguntado si le costó mucho dejar de ser un «hombre fuera de su tiempo», en este tomo nos quedará bien clarito que ciertamente lo fue…

Cara que se les pone a muchos viendo la porno del Plus

Dentro de este repaso de ciertos instantes del pasado del Capi que nos hace el tomo, veremos momentos ciertamente interesantes como su conversación con Thor cuando éste le ve lleno de autocompasión por la muerte de Bucky y le suelta un buen discursito para hacerle racionalizar esa pérdida y aceptarla. También será curiosa de ver la forma en la que Tony Stark le pone al día sobre todo lo que se ha perdido en la evolución de América durante todos esos años, donde  conocerá grandes logros de la humanidad y otras cosas no tan buenas, que le harán perder la fe y la esperanza en el sueño americano (incluso llegando a pensar que su esfuerzo y su lucha de antaño fue en vano)…

A ver rubiales, que las cosas se pueden decir sin tocar...

En definitiva, Capitán América: El hombre fuera del tiempo es un tomo que resultará interesante de leer para todos aquellos que quieran ahondar en los días en los que este héroe se convirtió en un hombre fuera de su época. Un cómic que demuestra que su proceso de adaptación no fue algo tan sencillo como decir «¡Ondia qué bien, he despertado 70 añazos en el futuro.  Hostias, qué pedazo de siestaza. Pues nada, vamos a ver qué se cuece por estos lares!». Sin duda alguna, en este tomo descubriréis que fue algo mucho más complejo que eso…

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