Por fin he podido degustar la nueva entrega de la que, no me cansaré de repetir, es la mejor serie regular del actual panorama comiquero. En cuanto vi la semana pasada este tomo en mi tienda me lancé a por él a lo Arteche y lo agarré fuertemente entre mis brazos pensando: «Anoche soñé que por fin te tenía». Y es que da igual los números que llevemos de esta colección, porque para mi humilde gusto esto no baja ni un ápice de la calidad a la que nos tiene acostumbrados. Como ya he comentado en anteriores posts, si hay algo que destaca en esta colección es la magistral forma con la que Kirkman nos relata el comportamiento humano cuando las personas son puestas en situaciones límite. Y este nuevo tomo es otra clara muestra del nivel de depravación y decadencia que los «hombres civilizados» pueden alcanzar en una situación de vida y muerte. Pero no sólo encontraremos esto en la lectura de este tomo, sino que también se van a tocar otros temas como el canibalismo, la religión, la falsa bondad y ayuda de los supuestos hombres de dios en la tierra y los efectos de la extrema violencia en la infancia y sus aterradoras consecuencias.

Una de las cosillas que aproveché para leer durante la semana pasada que estuve de vacaciones fueron los 4 números dobles que componen este miniserie de sabor añejo. Se trata de un cómic cuya principal función es la de revisar toda la época dorada del Universo Marvel, esto es, el momento en el que empezaban a aflorar las figuras de esos seres extraordinarios conocidos con el nombre de «prodigios». De esta forma, hay tres figuras que van a destacar a lo largo de esta miniserie, que no son otras que la del Capi, la de la Antorcha Humana original y la de Namor. Merece la pena comentar que el protagonismo de la obra está muy repartido entre varios personajes (aunque el narrador de toda la historia no es otro que el personaje conocido como El Ángel). Aparte de esos tres personajes principales comentados más arriba, veremos también la aparición de otros más secundarios como Nick Furia, Bucky Barnes, Cráneo Rojo, John Steele, étc… El origen de esta primera hornada de superhéroes se encuadra a finales de la década de los 30 , cuando Europa se encuentra sumida en ese ambiente tenso previo a la II Guerra Mundial.

Durante los días de vacaciones de la semana pasada he aprovechado para leer muchas cosillas actuales y muchas otras lecturas antiguas que me he encontrado en mi comicteca y que me ha apetecido volver a releer. En este selecto grupete se encuadra el cómic al que dedico el post de hoy, un tomo de hace por lo menos 10 años que me volví a leer hace unos días. Se trata de un crossover entre los muchachos de Gen 13 y el Supes, que nos muestra una divertida historia que sin ser nada del otro mundo resulta amena de leer. Todo comienza cuando los mozos de Gen 13 hacen una pequeña escapada para pasar unos días de asueto. Y como esta vez le ha tocado elegir a Fairchild, su destino es la ciudad de Metrópolis, la urbe de Superman. El resto de sus compañeros no entienden muy bien la razón de tal elección, pero pronto descubrirán que el bueno del Supes es el amor platónico de Caitlin desde su más tierna infancia. El caso es que todo se complica cuando los muchachos llegan a Metrópolis y se encuentran nada más bajar del autobús con Superman envuelto en una batalla contra una especie de tremendo cyber simio gigante.

Me la voy a jugar y voy a decir que de todos los especiales que he leído de Reinado Oscuro éste ha sido el mejor y con diferencia (y eso que ha habido bastantes especiales en los últimos meses sobre esta saga). Como esta semana he pasado a recoger el último tomo que llevé a encuadernar con los últimos números de la susodicha saga, ayer estuve leyéndolo, y tengo que decir que este cómic me sorprendió muy gratamente. Tal y como he comentado muchas veces, ahora mismo Norman Osborn es el puto amo en lo que se refiere a seguridad nacional, y puede hacer y deshacer a su antojo tal y como le venga en gana. A través de todo tipo de artimañas, engaños, chantajes y coacciones, tiene comiendo de su mano a casi todo el mundo. El cómic parte de la premisa de qué ocurrirá ahora con aquellos villanos que no han aceptado convertirse en sus aliados. Todo ello se va a desarrollar desde el punto de vista del grupo de malosos conocido como Legión Letal, compuesto por segundones como Tiburón Tigre, El Segador, Nekra, Hyde, El Hombre Absorbente y Gárgola Gris. Entre todos urdirán una conspiración para secuestrar a Norman Osborn y reclamar el puesto que les corresponde según su criterio.

Pues la verdad es que hoy no podía dejar de comentar en mi blog esta noticia de la que me enteré ayer y casi se me caen los lagrimones de la emoción. No sé si a alguno de vosotros os sonará una editorial que irrumpió con fuerza en el panorama comiquero de principios de la década, llegando casi a codearse con las grandes editoriales como Marvel o DC. Esta editorial era conocida como Crossgen, y la verdad es que tenía títulos que a mí personalmente me llegaron a enganchar. Creo recordar que tal editorial se dio a conocer en nuestro país con títulos como Scion, Meridian, Sigil y Mystic. Por aquel entonces yo no tenía ni la más remota idea sobre ella ni sobre esos títulos de la misma, pero me hice con los cuatro números uno de esas colecciones, y tengo que reconocer que me sorprendieron tan gratamente que continué comprando los siguientes números de todas. Las que más me llegaron a enganchar fueron la de Scion y la de Mystic, aunque tengo que reconocer que las otras dos tampoco estaban nada mal. Poco a poco fueron llegando nuevos títulos a nuestro país, y yo me subí al carro de colecciones como Sojourn, Ruse, Ruta 666, The Path, Negation, étc.. .

Otro de los cómics que tenía por ahí perdido en uno de los estantes de mis armarios comiqueros es este titulado The Extremist, un curioso tomo cuya lectura me gustaría recomendar. El caso es que el otro día me dio por releerlo y la sensación que me dejó fue como la de cuando lo leí por primera vez: un cómic que en sus primeras páginas resulta un tanto raro, pero que a medida que se avanza en la historia va ganando muchos enteros. Se trata de una serie limitada de 4 números escrita por Peter Milligan (la verdad es que en su día me pillé este tomo por el simple hecho de que él era el guionista, porque de la historia no tenía ni la más remota idea de lo que iba). El argumento nos cuenta la historia de la tranquila y convencional Judy, cuyo marido ha sido recientemente asesinado. Desolada, verá cómo su mundo de apariencias se desmorona cuando descubre que su marido (Jack) era un asesino profesional (el Extremista) que trabajaba para una especie de secta de naturaleza libertina en la que están a la orden del día las sesiones de morbo, sexo, libertad, moral, obsesión, étc… . Entre otras cosas, Jack se encargaba de asesinar a quien quisiera abandonar y delatar a la organización.

Hoy voy a hablar de otro cómic que creo que se merece unas palabrejas, pues es otro claro ejemplo de cómo a veces buenas historias pasan desapercibidas ante uno. Lo vi hace ya unos cuantos meses en mi librería especializada mientras hacía mis compras. Incluso lo estuve ojeando un poco por encima y no lo presté demasiada atención, pues así a bote pronto no me resultó demasiado llamativo. Sin embargo, algún tiempo después empezaron a proliferar críticas en algún que otro blog sobre él que llamaron mi atención. Orgullo de Bagdad va de una familia (o grupo) de leones que escapa de un Zoo de la ciudad que da nombre al título, debido a una serie de bombas que caen sobre el recinto, que destrozan las jaulas. Es entonces cuando la supervivencia cobra una enorme importancia ante ese paisaje desolado que es la Irak tras la invasión de EEUU, con el bombardeo y la terrible cantidad de muertes que se sucedieron en tan pocas horas.

Hace ya unos cuantos años solía visitar una de las tiendas de las que hay en la zona de Callao, ya que siempre se podían encontrar unos suculentos tomos llamados Obras Maestras que recogían algunas de las mejores sagas publicadas por Marvel. Entre ellas había títulos como el de La Saga del Traje Alienígena ó Matanza Máxima (Spidey), Proyecto Exterminio (X-men), Los Señores del Mal (Vengadores), y muchas buenas historias más. Yo en su día pude hacerme con unos cuantos de estos magníficos tomos, así que el otro día me dio por releerme éste que reseño hoy dedicado a los 4F, y que lleva por título El Juicio de Galactus. Lo primero que hay que decir es que se encuadra dentro de la etapa de John Byrne a cargo de las andanzas de la familia más conocida de Marvel. Se trata de una magnífica etapa de este grupo, en la que no podía faltar la presencia de Galactus (al que Byrne devuelve gran parte de su grandeza cósmica). La historia comienza con la llegada a la Tierra de su heraldo Terrax, quien tendrá un tremendo enfrentamiento con los 4F.

De momento en lo que llevamos de año he hecho dos patrocinios peliculeros, en los que incluso puse una cuenta atrás en este blog contando los días que quedaban para sus respectivos estrenos. No hace falta que diga que esos patrocinios han sido Iron man 2 y por supuesto la genial Kick-Ass. Pues bien, hoy quiero hablar de mi próximo patrocinio basado también en un cómic que lleva por título Red, del siempre inquietante guionista Warren Ellis. Y es que merece la pena decir que dentro de unos pocos meses tendremos la adaptación cinematrográfica de este cómic (yo lo leí hace ya algunos añitos, así que me lo reeleré en breve para ir bien documentado al estreno). Merece la pena decir que este título es sobre todo una historia de conspiraciones e intrigas, donde nos metemos en el pellejo de Paul Moses, un veterano ex-agente de la C.I.A ya retirado, que tras su jubilación vive sólo en medio de ninguna parte. La trama arranca con la llegada de un nuevo director a esa Agencia, quien tras enterarse de las cosas a las que tuvo que enfrentarse el ex-agente, decide que hay eliminarlo para que no pueda revelar las cosas que tuvo que hacer por ellos.

La verdad es que le estoy cogiendo el gustillo a esto de dedicar posts a viejas colecciones de hace algunos añitos. Y es que durante la ordenación de uno de mis armarios comiqueros que hice la semana pasada, me he encontrado grandes clásicos que me leí en su día y que varios años después me apetecería volver a releer. Es el caso de este título que reseño hoy, que seguramente a muchos no os sonará, y del que tengo que decir que la sensación que me dejó cuando lo leí hace ya unos cuantos añitos fue bastante buena. Lo que más llama la atención de esta miniserie es el hecho de que el protagonista y personaje principal va a ser un supervillano bastante cabronazo llamado Gólgota, todo un tirano cruel y despiadado de los de la vieja escuela. Todo ello da pie a que el hilo argumental de la historia se base en la idea de qué ocurriría si los supervillanos derrotasen a los superhéroes y acabaran conquistando el mundo. Y es que gracias al uso de la teleportación, el bueno de Gólgota ha conseguido el control de casi la totalidad del planeta y derrotar a todos sus enemigos, pues podía estar con sus ejércitos en un lugar o en otro en cuestion de unos breves instantes.