¿Algún año saldrá?

Resulta irónico que un juego que se llama I’m alive tenga pinta de que saldrá a la venta cuando estemos todos muertos, no me jodas. Y es que hace ya mucho tiempo (alguno de vosotros ni habíais nacido) navegando por la red buscando pornacas seguramente, me encontré el trailer de presentación de ese videojuego mencionado y me hicieron los ojos chiribitas. Pues bien, a fecha de hoy el jodío juego sigue sin haber salido a la venta y sin visos de que su aparición en tiendas sea algo inminente.

Además documentándome para hacer este post me he encontrado la noticia de que corre el rumor de que es posible que acabe siendo un juego de descarga digital. Sea como fuere, yo sigo esperando a que algún día se desvele la fecha de salida de I’m alive, a ser posible antes de que el Parkinson haga grandes estragos en mi pulso y me impida sostener el mando de la Xbox debido al inexorable paso del tiempo. Como digo, yo mientras tanto seguiré ansiándolo cual jovenzuela que arde en deseos de que llegue el día en el que su amado vuelva de la guerra contra los prusianos.

Lunes Molones: Prowl (Almas Oscuras)

ProwlComo un lunes más el Sr Grifter se acercó a mi casa para disfrutar de un apecetible día en mi compañía y terminamos viendo la propuesta semanal que nos trajo tan digno personaje: PROWL (en español se llama ALMAS OSCURAS).

Antes de verla, como ayer fue el 2 de Mayo, estuvimos recordando el jaleo que se formó aquel mismo día de 1808 por un despiste nuestro. Antes de nada os tengo que explicar que el Sr Grifter y yo tenemos una máquina del tiempo (lo que oís, no es broma). Cuando éramos ñajos nos construimos una caseta como la que hacen en las pelis americanas para dedicarla a nuestro hobbies frikis, tan mal vistos por aquella época. Dado que los dos vivimos en pisos, no nos quedó otra que montarla en la terraza del Sr Grifter usando como paredes sábanas de su madre (puede sonar cutre…. y lo es). Estábamos orgullosos de tan noble edificación, tanto que incluso la bautizamos rompiendo un batido Cacaolat (como no pudimos romper la botella nos bebimos el contenido y escupimos sobre las sábanas) y le pusimos el nombre de «La Casita Particular». Nos juntábamos muchas tardes para jugar a juegos de mesa, leer comics, y demás frikezas. No sabemos cómo, pero un día como ayer, el 2 de Mayo de 1990, terminamos viajando en el tiempo.