War Z: Diario 2

Escapé como pude del accidente de avión. Dios mío, nunca había visto tantos cuerpos mutilados y tanta desolación. Sabía que el aeropuerto no debía estar lejos, así que continué con mi viaje durante unas pocas horas hasta que pude ver en la distancia lo que llevaba tanto tiempo buscando. No sabía qué podía encontrar allí, por lo que decidí aproximarme con precaución. Una de las primeras cosas que aprendes en un mundo como éste es que las zonas civilizadas son muy peligrosas. No tanto por los no muertos que puedas encontrar, si no por los grupos de bandidos que pueda haber rapiñando los pocos víveres que queden en la zona.

Los prismáticos nos permitirán ver a distancias largas. Serán fundamentales.

He estado observando con mis prismáticos, durante casi una hora, lo que puede verse desde los alrededores del aeropuerto. La zona está demasiado tranquila. Veo un helicóptero derribado por la zona y algún que otro vehículo, pero nada de movimiento. Como la visibilidad no es demasiado buena y sólo tengo una triste linterna para alumbrar mi camino, creo que lo mejor será esperar a que llegue el amanecer para introducirme en el aeropuerto. No se ve movimiento de luces, pero no me la quiero jugar.

Cuando he despertado todo seguía igual. Nada de movimiento. Algo en mi pecho me decía que no eran buenas noticias, pero tenía que hacer algo. Los alimentos que encontré en la granja han paliado un poco mi hambre, pero sé que tarde o temprano volverán los retortijones pidiendo comida. No puedo seguir esperando. Voy a entrar. Creo que la zona es segura. Ufff… me tiemblan las piernas. Espero encontrar algo. Necesito que haya algo.

Después de un rato he limpiado de zombies una pequeña zona. Me siento raro. La primera vez que lo hice sentí cómo algo moría dentro de mi interior, la sensación de culpa me ha estado atenazando las tripas durante bastante tiempo, pero curiosamente las siguientes veces no he sentido nada. No pensaba en nada mientras destrozaba los cráneos de esos pobres seres, sólo quería terminar el trabajo lo más rápido y silenciosamente posible para poder continuar avanzando.

Podemos intercambiar entre la primera y tercera persona. Lo que nos sea más cómodo.

Maldita sea. No puedo creer la puta mala suerte que estoy teniendo. No he encontrado nada. Simplemente una lata oxidada de algún alimento que desconozco. La sensación de angustia empieza a crecer en mi sabiendo que todo está desolado. La noto en mi pecho, presionándolo de tal forma que a veces creo que no puedo respirar. Si el aeropuerto no tiene ni un sólo vehículo en condiciones, ni rastro de vida, es presagio de que mi misión va a ser un completo desastre. Está claro que alguien ha pasado por aquí y ha limpiado toda la zona. Mmm… tengo una idea.

He subido a la torre de comunicaciones del aeropuerto. Quizás desde aquí arriba pueda divisar todo el perímetro y ver algo interesante. Desde arriba y gracias a los prismáticos puedo echar un vistazo a toda la zona, pero no veo nada. El helicóptero destruido y varios jeeps militares que comprobé cuando estaba abajo, pero no arrancaban. Al menos he encontrado un casco militar. Es gracioso, me hace sentir más seguro. Está claro que los militares han estado aquí. ¿Pero qué habrá pasado? ¿se han ido? Lo que sí tengo claro desde aquí arriba es que sigue habiendo zombies por la zona. Debo salir de aquí cuanto antes.

Es conveniente mirar por todos los sitios. Nunca sabes qué es lo que puedes encontrar de valor.

No sé cuanto tiempo he estado caminando por el bosque. Hace rato que he terminado todos mis víveres. Alguna que otra lata en conserva que encontré en los hangares han saciado un poco mi hambre, pero el desgaste que llevo haciendo premia a mi cuerpo a alimentarse. La falta de grasa en mi organismo me está produciendo un constante dolor de cabeza que me está haciendo la vida imposible. Si la presión en el pecho me atormenta cuando descanso sólo me faltaba un clavo constante dentro de mi cráneo. Qué fácil sería tirar la toalla, sentarme y esperar a mi triste fin. Al fin y al cabo no queda nadie vivo que se preocupe por mi.

Vaya, parece que mi suerte podría cambiar. Después de andar unas dos horas he encontrado un pequeño pueblo. He mirado mil y una vez la zona desde una zona alejada, para asegurarme que no había presencia humana. Los zombies ya me dan igual. Son lentos y torpes. Si no llamo mucho su atención puedo acabar con ellos fácilmente. El pico que llevo me está resultando verdaderamente útil. Voy a bajar al pueblo. Espero encontrar algo de provecho allí. Puede que mi suerte cambie de una vez por todas.

Lo más importante del juego es tener cuidado. Mucho cuidado. Divisar a tus enemigos antes de que te vean puede marcar la diferencia entre tu vida y tu muerte.

CONTINUARÁ…

3 comentarios

  1. Mar dice:

    Interesting…q se encontrará en el pueblo…quiza a carmen de mairena convertida en zombie? y no querria cerebros precisamente.., fuera de coñas, la historia engancha!

  2. boby dice:

    kiko como me poneeee… estoy deseando encontrarte y poder ayudarte a sobrevivir, un abrazo y mucha suerte que falta te hara para poder seguir vivo.

  3. SrGrifter dice:

    Kiko próximo premio Planeta

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