Faker

Lo primero que hay que decir sobre este cómic es que a la hora de pronunciar su título hay que tener mucho cuidadín, porque imaginaos que alguien os pregunta qué estáis leyendo y en vez de Faker pronunciáis Fucker (el cacho de hostión que os puede arrear puede ser épico). Así que si no estáis muy duchos en el idioma de Shakespeare más vale que respondáis que estáis leyendo un cómic de la línea Vertigo, que para los menos frikis diremos que se trata de un sello de la editorial estadounidense DC Comics dirigido a un público más adulto.

El caso es que este es uno de esos tomos que me compré hará como cosa de 4 añitos o por ahí y lo dejé olvidado en mi flamante comicteca cual jeque que se encapricha de una de las fulanas de su harén y pasa de todas las demás. El caso es que el otro día me topé con él mientras buscaba algo para leer en la sobremesa y me senté ahí a degustarlo sin armar alboroto ni nada. Y ciertamente he de reconocer que se trata de unos de esos cómics de lo que no te esperas gran cosa y que te llegan a sorprender muy gratamente…

El argumento de Faker nos pone en el pellejo de un grupo de estudiantes de lo más variopinto, de esos para los que la vida universitaria se reduce a darse la juerga padre y en follar como locos. Acuden a una fiesta en la que debido a cierto incidente acaban potando a lo bestia y con un vacío en su mente sobre qué coño ha pasado tras ponerse pedísimos (vamos más o menos como muchos de vosotros un sábado noche cualquiera). Eso por no hablar del hecho de que uno de ellos parecerá como si hubiera sido olvidado por todo el mundo y sólo será reconocido por este grupito de colegas.

Uno de los protas después de darle un sofoco

La verdad es que así contado en frío puede parecer una puta ida de olla o una paranoia muy seria de su guionista (Mike Carey). Pero hay que reconocer que la historia que se nos cuenta en Faker engancha lo suficiente de principio a fin para querer saber qué cojones ha pasado en esa fiesta y porqué todo el mundo parece haberse olvidado de uno de ellos hasta el punto de como si nunca hubiera existido.

Igualito me pongo yo en verano con 40 gradazos

Además el cómic está repleto de curiosas notas mentales de algunos de los protagonistas con muy buenas reflexiones personales sobre temas tan variopintos como el amor, la hipocresía de algunas personas, el concepto de amistad o incluso el porqué del amor (todas ellas muy bien introducidas en determinados instantes de la historia y que ciertamente en algunos momentos invitan a meditar sobre «esas perlas» que dejan caer algunos de los protagonistas).

Algunos de los protas echando la tarde

Todo ello hace transcurrir la historia por unos interesantes derroteros (donde no faltarán tampoco conspiraciones gubernamentales) que le dejan a uno con ganas de descubrir qué cojones pasó en esa fiesta para que nuestros protagonistas hayan llegado a la situación en la que se encuentran. Y es que Faker es una de esas historias raras que cumple en su función de entretener y de mantener el interés hasta llegar a su desenlace, e incluso al final del mismo casi hasta te acaban cayendo bien todo este plantel de niñatos protagonistas (a pesar del comportamiento gilipollesco del que hacían gala al principio). En definitiva, un recomendable tomo que recopila los seis números de la serie original y que seguramente te gustará si disfrutaste con el film titulado Origen, pues en esta extraña historia algunos sueños también se convierten en realidad.

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