Time Bomb

¡¡¡Cojonudo!!!. Lo mejorcito que he leído hasta ahora de los nuevos títulos de la editorial americana Radical Comics que Dolmen está publicando por estos lares. La verdad es que de los títulos que han visto la luz en nuestro país hasta la fecha he de reconocer que AFVZ no me dejó mal sabor de boca, Hotwire casi no me acabó de convencer, pero Time Bomb me ha parecido realmente cojonudo. Por cierto, me imagino que muchos pensaréis que el título de este cómic es evocativo del hecho de cuando uno peta en su momentazo diario de ver pornacas. Pues no…, no van por ahí los tiros, joe.

La verdad es que cuando lo compré me la jugué principalmente por los nombres de los autores que aparecían en la portada, pues tanto Jimmy Palmiotti como Paul Gulacy me parecen dos tíos cumplidores, que suelen ser casi siempre sinónimo de calidad. Y qué mejor forma para pasar la sobremesa que reposando la comida en el buche y adentrándote en la lectura de una desesperada carrera contrarreloj para evitar que la vida tal y como la conocemos se vaya a tomar por culo. ¡Señores, bienvenidos al proyecto Time Bomb!.

Criajos de hoy en día

En los tiempos mozos del nunca bien ponderado Kiko y del que suscribe, el hecho de ver una simple teta en la tele o en una revista era motivo de una tremenda algarabía similar a la de la célebre caída de Saigón y la del muro de Berlín juntas. Joe, aún recuerdo el alborozo de aquella Nochevieja del año 87 tras aquel famoso baile de Sabrina cantando el «boys, boys, boys» con el que se le salió una teta a lo Arteche ante el asombro de todos los chavalines del mundo que estábamos sentados tan ricamente delante de la televisión aquella noche (fue lo más comentado en meses).

Y es que por aquel entonces no teníamos las facilidades de hoy día, pues la juventud de este siglo con buscar cualquier movida en google les empezarán a llover tetámenes por todos lados aunque no lo quieran. Lo único cierto es todo ello ha dado como resultado que la chavalería de hoy día sea más castiza y más «echá p’alante» que la de nuestra época, y lo voy a demostrar con este post.