Sabueso: Psicología de puños de acero

sabueso_logoSí bueno, para sabueso un colega mío, que cada vez que llegamos a un sitio empieza como a olisquear el ambiente a ver dónde están las chavalas y cuando las localiza se acopla el tío por esa zona con una gracejo natural del copón. Pero vamos, que esto más que ser un sabueso podríamos definirlo más bien como ser un huele-bragas de la ostia, pero como el chaval es feliz haciendo esto nosotros le dejamos explayarse (que no se diga que somos unos rancios).

Pero el sabueso del que vamos a hablar hoy no es este coleguita sino de cierta novedad comiquera que ha sacado recientemente a la venta la muchachada de Aleta Ediciones. He de confesar que es un cómic del que yo personalmente no tenía ni zorra de su existencia hasta que lo vi allí en la tienda, lo eché un vistazo por encima (como el que hojea un catálogo de Victoria’a Secret), me dio buenas vibraciones y me lo pillé. Además que en su contraportada venía avalado por las buenísimas críticas del gran Warren Ellis y de Kurt Busiek, y al contrario que a los políticos, lo que dicen estos dos para mí va a misa…

«Hoax Hunters» promete

Muchos de vosotros a veces nos paráis por la calle y nos preguntáis cosas como: «¿Oye, porqué en este blog sólo escribís los 3 gatos de siempre?». Lo que poca gente sabe es que antaño contábamos en nuestras filas con algunos colaboradores, pero desaparecieron cuando les dijimos que para ser nombrados oficialmente redactores de pura cepa debían de pasar cierta tradición consistente en inaugurar su nuevo y flamante status estampándoles una botella de champagne en los huevos. Como es de suponer, todos y cada uno de ellos abandonaron nuestras instalaciones y por ese motivo sólo escribimos los tres gilis de siempre. Dicho lo cual, hoy voy a aprovechar para hablaros de cierta novedad comiquera proveniente del otro lado del Atlántico y que nos ha llamado la atención…

Area 52

De vez en cuando apetece tirar de comicteca y releer algún viejo cómic del que a uno ya sólo le queda un vago recuerdo de cuando lo degustó en su día. Fue lo que me ocurrió a mí este sábado en la sobremesa, pues mientras revisaba uno de mis armaritos buscando qué leer me topé con este tomo titulado Area 52. Ciertamente ya ha llovido desde su publicación, pues se trata de una de las novedades que salieron allá por el 2002 con motivo del Salón del Cómic de aquel año.

Me imagino que a todos os sonará lo conocido con el nombre de Area 51 (ya sabéis, esa supuesta base militar de los EEUU en la que al parecer tienen lugar actividades bastante poco convencionales referentes a ovnis y seres extraterrestres). Pues bien, digamos que el Area 52 de este cómic se inspira totalmente en aquella, pues se trata de una especie de base militar situada en la fría Antártida, donde se encuentra un centro de investigación usado a modo de «vertedero» o almacén para todos aquellos objetos, descubrimientos o experimentos desechados por el gobierno norteamericano, por si tuvieran que hacer uso de ellos en caso de volver a necesitarlos en un futuro próximo.