Héroe al cuadrado

Cuando me encontré con este cómic por casualidad sabía que me lo pasaría bien desde el principio, porque yo soy de aquellos que piensan que las cosas buenas hay que dejarlas para el momento adecuado. He dejado macerar el asunto como las frambuesas con el limón cortado en trocitos y azúcar dando como resultado una mermelada para cualquier paladar.  Lo cierto es que de un simple vistazo llegamos a la conclusión de que Héroe al Cuadrado no es un cómic típico de héroes y villanos. Al adentrarnos en sus páginas sorprende con un contenido muy completo, con mucha historia que contar y con una dualidad que nos hace pensar en posibilidades.

JEREMIAH HARM

Ayer nuevamente tocó jornada de lectura de cosillas con las que me hice un tiempo atrás y de las que ya apenas me quedaba un vago recuerdo de cuando las leí en su día. Así que uno de los tomos a los que volví a echar un vistazo fue este titulado Jeremiah Harm, publicado por Norma editorial allá por 2007 (si no recuerdo mal). Sin duda alguna, lo que más llama la atención del mismo, echando un vistazo a la portada, es el nombre de Keith Giffen, que a muchos os sonará por ser el creador de ese personaje canalla y «tarao» llamado Lobo. Y muy en la dinámica de este mencionado tipejo tenemos al bueno de Jeremiah Harm, un anti-héroe también con muy malas pulgas y al que no hay tipo duro que le tosa.

Pero dejemos de momento un poco de lado al personaje principal y centrémonos en la historia que nos vamos a encontrar en este tomo. Básicamente se trata de un argumento que combina elementos del western clásico y la ciencia-ficción aderezado todo ello con ciertos momentos ultraviolentos.